El pasado lunes, el antropólogo e investigador del Conicet, Pablo Semán, fue entrevistado en el programa radial Politikón de Babushka Rock 102.9.

Allí Semán realizó un análisis de la actualidad política que comprende al gobierno tanto como a la oposición. El investigador y autor, consideró que el escenario político está dominado por dos fuerzas, pero con la salvedad que el kirchnerismo no logra representar a la oposición. Indagó también en los significados del triunfo oficialista en las elecciones de 2017 para Cambiemos y la oposición, fundamentalmente para Cristina Kirchner.

«Llegamos a un punto donde si no mejora empeora»

«El triunfo de Cambiemos es una novedad porque es un nuevo partido nacional. Es una novedad en sí misma que ganara una fuerza vinculada a la derecha o al centro derecha, que llegara al poder con un programa enfatizado en el mercado, en la distribución negativa del ingreso hacia los sectores que más reciben y más tienen. Cambiemos fue encontrando la forma de perforar el piso que el kirchnerismo tenía y por otro lado encontró la forma de ampliar su horizonte de posibilidades. Este momento es la afirmación y la expansión de las posibilidades de Cambiemos como proyecto nacional. Esa es la actualidad más actual», sintetizó.

No obstante, ese triunfo abre una nueva etapa: «Ahora las demandas van a ser más directamente al gobierno y no podrá activar tan creíblemente la excusa, verdad o argumento que el problema es el pasado. De cualquier manera, para una parte de los electores ese argumento va a seguir funcionando».

Según sostuvo: «Por un lado se le amplía el crédito pero desde ahora para que se compute algo como una mejora tiene que ser sensible. Porque llegamos a un punto donde si no mejora empeora. Ahí depende de ellos». Y explicó sobre este punto que la estrategia comunicacional de Cambiemos es «si las reformas son graduales, las mejoras son graduales. Hay que ver si esa estrategia puede funcionar. Siempre van a poder decir ‘pará que todavía falta’ «.

«Si el objetivo era frenar a Macri, (Cristina) eso no lo cumplió»

Con respecto a la oposición, consideró que «Es una imposibilidad. Por un lado una fracción que ha tenido bastantes votos, y que es la que enfatiza más los reclamos contra Macri, no tiene legitimidad como para expandir sus reclamos más allá de un caudal electoral que siempre va disminuyendo. Esta es la posición de Cristina Fernández. Hay otras fracciones que o no hacen tanto énfasis en el reclamo o no tienen legitimidad para llamar al resto de la oposición a sus posiciones de reclamo».

foto: silvana colomb, lanacion.com.ar

Sobre la performance electoral de Unidad Ciudadana, Semán analizó que «Si el objetivo de Cristina Fernández era conducir a peronismo, no triunfó porque nadie le reconoce legitimidad para dirigir al conjunto del peronismo. Si el objetivo era retener la mayor cantidad de votos para entrar en una negociación con el resto del peronismo, en ese caso hay un triunfo. Si el objetivo era frenar a Macri, eso no lo cumplió. Hay algo que es muy curioso en los argumentos kirchneristas: el kirchnerismo siempre cree que gana. Si pierde con el 49%, ganamos. Si pierde con el 37%, ganamos. Entonces no hace diferencia sacar el 50, 48 o el 37%. Yo creo que si salís segundo perdiste. Si perdiste por la mitad más uno, perdiste. El kirchnerismo construye triunfos imaginarios que solamente son reconocidos por ellos«.

«Cristina Kirchner es la dirigente peronista que llevó a ese espacio a más derrotas en elecciones. Perdió en 2009, en 2013, en 2015, en 2017. Y ganaron en 2011 y el kirchnerismo no logra entender por qué ganó. Cree que ganó por un programa político, o por apoyo a una orientación política y ganó por algo más que eso que es la enorme conmoción que causó la muerte de Néstor Kirchner en ese momento que murió como un héroe porque murió peleando políticamente«, puntualizó.

‘Acá están todos bien hasta que se caen’

«Esta es una etapa de muchísima fragmentación, inclusive la mayoría que pueda obtener Cambiemos va a ser una mayoría menos amplia que el 54%, salvo que les vaya muy bien o que la oposición siga en este proceso de implosión», consideró Semán.

Sobre las detenciones de Milagros Sala, Julio De Vido, Amado Bodou y Luis D’Elia, que fueron ampliamente denunciadas como una maniobra política que viola el justo proceso, Semán se remitió a un problema de más larga data: «Hay un problema antes que todo lula2lo que tiene que ver con el manejo de dineros públicos, me parece que el kirchnerismo se limitó a un argumento que es decir que el capitalismo es corrupto y eso es un problema. Si uno mira cómo se terminaron los gobiernos de centro izquierda/populistas en América Latina el único que terminó peor que el de Cristina es el de Maduro, todos los demás terminaron mejor. Incluso Lula (Da Silva) que se va con un golpe es un tipo que hoy amenaza al establishment con la posibilidad de un triunfo electoral. Evo Morales puede poner un sucesor, Correa lo hizo aunque sea un sucesor diferenciado que es parte del mismo proyecto, entonces lo que digo es que hay algo que el kirchnerismo hizo muy mal. Y eso tiene que ver en parte con el manejo de fondos públicos».

A eso Semán agregó que incluso el votante de Cambiemos no se siente tan cómodo con esta situación, y percibe que hay un exceso en el uso del poder judicial. «Salvo en la zona más polarizada de Cambiemos, estas cosas no caen bien, y que incluso mucha gente que las justifica no se siente bien haciéndolo, y si o hace es porque enfrente está Cristina, pero no les parece fantástico el abuso de la prisión preventiva. Me parece que también sin que se vea, eso desgasta a Cambiemos. No hay que olvidar que la dinámica política en la Argentina es ‘acá están todos bien hasta que se caen’. Y los desgastes son más bien sorprendentes».

«Llegó el momento de perder el miedo de no parecer kirchnerista»

Por último Semán fue preguntado sobre si hay formas que permitan superar la grieta de interpretaciones entre el ofciialismo y la oposición para restaurar el diálogo y evitar la descalificación. «Lo primero que hay que hacer es escuchar, preguntar y escuchar. En segundo lugar uno no puede criticar al gobierno desde ninguna posición que se parezca a las del kirchnerismo, desde ninguna posición política, ideológica o estética. Lo segundo entonces, es que hay que perder el miedo a no parecer kirchnerista. A esta altura es cierto que el kirchnerismo representó cosas muy importantes para los que se declaran democráticos, igualitarios, nacionales y populares. El problema es que me parece que llegó el momento de perder el miedo de no parecer kirchnerista y encontrar nuevos lugares en los cuales decir las cosas. Lo que hay que saber además, que esos lugares no están, hay que hacerlos y que el momento de construir esos lugares es ahora, y que es el peor momento. Por eso es que hay gente que sería crítica del kirchnerismo pero no lo es porque dice ‘esto es malísimo, pero es lo único que nos queda’. Yo lo diría al revés: si se quedan siempre ahí nunca más va a haber nada. La situación en que pone el kirchnerismo a la oposición es: ella no se corre porque no hay nadie, pero tampoco hay nadie porque ella no se corre».