(Publicación pedida PO)
La “Misa Ecuménica por Pan, Paz y Trabajo”, realizada frente a la basílica de Luján, reunió a cien mil personas, llevadas “de la mano” por los aparatos convocantes: el Frente Sindical para el Modelo Nacional, algunas organizaciones del espacio 21F (la CTA-Yasky, Aceiteros) y un puñado de intendentes del conurbano.
Fue la puesta en escena de la alianza de un sector del pejota bonaerense, la burocracia sindical “opositora” y la iglesia, promotora de una unidad amplia, capaz de constituirse en opción al macrismo.
«Quiero felicitar que construyan una alternativa humana a la globalización excluyente… un sistema de avaricia, el sistema financiero es su máxima expresión», sostuvo en su homilía el arzobispo de Mercedes, Agustín Radrizzani.
Al finalizar, pastores evangélicos, religiosos judíos y musulmanes leyeron una oración por “el cambio del modelo económico” y llamando “tanto al oficialismo como la oposición” a que convoquen a un “acuerdo social».
La columna vertebral
Los Moyano y otros burócratas de Frente Sindical (Ricardo Pignanelli del Smata, el bancario Sergio Palazzo, Hugo Yasky, Roberto Baradel, el canillita Omar Plaini y Néstor Segovia del Subte) ocuparon las primeras filas, junto a varios dirigentes cercanos a CFK (Guillermo Moreno y Fernando Espinoza – Gustavo Menéndez, Alberto Descalzo de Ituzaingó, Verónica Magario de La Matanza. Y otros dirigentes como Felipe Solá y Daniel Scioli.
“Los gremios volvieron a sentirse con voz de peso en la mesa chica del PJ”, señaló un artículo de La Nación. Y esa voz es proclive a alguna forma de acuerdo con los K; la participación de Scioli y Solá en Luján debe ser interpretada como un puente en esa dirección, en la que también trabaja, Diego Bossio, el líder del bloque Argentina Federal.
La burocracia sindical, en todas sus expresiones, está enfocada en ganar protagonismo en ese armado hacia el 2019. El titular del gremio de los pilotos e integrante de la Corriente Federal kirchnerista, Pablo Biró, lo dijo claramente: «participamos de una multitudinaria manifestación para pedirle a la Virgen que ilumine a los dirigentes por el camino hacia la unidad».
Todo esto enmarcado en una interna de la CGT que hierve. Es el reodenamiento con Los Gordos para formar una nueva conducción de la central, en sintonía con el rejunte del peronismo que se pretende.
Las “muletas” de la oposición patronal y la lucha de los trabajadores
Las declaraciones contra el Presupuesto realizadas por varios dirigentes del Frente Sindical son para la tribuna; hasta el momento ninguno de sus sindicatos convocó claramente a movilizarse para que no se apruebe y menos aún a parar el día que se trate. La misa de Luján, fue parte del intento de encauzar la crisis del peronismo, reforzando su capacidad de contención y postulándolo como un relevo ante un derrumbe de Cambiemos.
Como sintetizó uno de los organizadores de la misa: “los dirigentes queremos que haya paz, pan y trabajo… de esto se sale en el 2019 y hay que prepararse para que este Gobierno llegue con muletas, pero que llegue… y nosotros trabajar para tener una propuesta superadora».
El Frente de Izquierda y Partido Obrero llaman a los trabajadores a exigir a la CGT un paro activo el día que se discuta el proyecto de Presupuesto y a rodear en Congreso para evitar que se pruebe. La lucha es ahora contra Macri y contra el FMI.