Ya pasaron 3 meses desde que se selló el resultado definitivo de las elecciones. El 27 de octubre de 2019 ganó Víctor Aiola, con incluidas dudas que sembró la oposición por la forma en que se utilizaron subsidios en los días previos.

Primero lo hizo Javier Estévez y luego el propio exintendente Darío Golía, quien ahora es el puntal político opositor que salió a mostrarse con más ganas de «jugar» para el futuro, y que hace poco fue designado vicepresidente de SOFSE.

La situación de la oposición peronista ya no es la que era hace unos meses, cuando estaban en plena campaña. Por entonces las unidades básicas estaban llenas y se amuchaban. Ahora, centrados en la arquitectura de los cargos, la actividad se traslada a los cafés y las cenas. A la vez está claro, que más tarde o más temprano la unidad del bloque opositor deberá alcanzarse.

Por estas horas, todos los sectores del peronismo se enfocan en un grupo de cargos que quedarán vacantes en diferentes sedes locales de la administración nacional y provincial.

Uno es el PAMI, el otro la ANSES y el tercero el Ministerio de Trabajo. Para todos abundan los candidatos, a diferencia de otros dos cargos. En la Jefatura de Inspección, donde las opciones son reducidas, y el quinto, que es el IOMA y que reviste menor interés.

El que ganó para el peronismo de Chacabuco un importante cargo es el exintendente y exlegislador Mauricio Barrientos, que fue designado de secretario parlamentario de la Cámara de Diputados de la provincia.

Entre los actores que aportaran a la mesa de las definiciones, también se cuenta la figura de la diputada Micaela Olivetto, de La Cámpora.

¿Unidad?

El peronismo se enfrentó duramente durante la previa de la campaña electoral, cuando empezaron a definirse candidaturas. Hubo dos episodios mayúsculos: cuando Darío Golía criticó al espacio local de Unidad Ciudadana por haberlo impugnado para integrar la lista de diputados provinciales y Martín Carnaghi contestó que «piensa un proyecto personal y no colectivo»; cuando Julieta Garello fue excluida las primarias del Frente de Todos por decisión de la propia Junta Electoral del partido.

Antes habían intentado la unidad con una reunión que mantuvieron los referentes de los diversos sectores del peronismo, pero que finalmente no cuajó porque la discusión estaba centrada en los cargos «entrables».

Excluida Garello, Martín Carnaghi y Ricardo Ciminelli fueron los que compitieron en las PASO. Triunfó Ciminelli por amplio margen. «El que gana, conduce y el que pierde acompaña», habían prometido entonces siguiendo las palabras todojustificadoras del general Perón. ¿Y? Nada. La idea que la interna iba a servir para unificar volvió a naufragar.

Pero ahora vuelve a despertarse la unidad con la posibilidad que en el Honorable Concejo Deliberante haya un solo bloque opositor, en vez de dos como es actualmente. Eso ya lo logró Junín en la medida en que se equilibraron las expectativas de los diferentes sectores.

En Chacabuco una foto llamó más la atención que cualquier otra cosa: en ella aparecían: el reemplazo de Martín Carnaghi en el Concejo Deliberante, Fabián Ayala (exsecretario de Darío Golía y exconsejero escolar), junto a Darío Golía, el concejal Javier Estévez, el empresario Hugo Belfortti y miembros del periodismo.

Se generó más de un rumor: el de un acercamiento entre Carnaghi y Golía, la de un alejamiento de Ayala del sector que conduce Martín Carnaghi, o la de una operación política destinada a acreditar a Ayala para tomar algún cargo en una dependencia.