Este miércoles, la cámara de diputados de la Nación le dio sanción definitiva al proyecto de ley de financiamiento de partidos políticos. Como principal novedad, se volvió a permitir el aporte de empresas privadas a las campañas políticas, lo que había sido prohibido en 2009. Además, introduce la bancarización y la trazabilidad de los aportes.

El gobierno impulsó el proyecto y contó con el apoyo del Frente Renovador y Argentina Federal, mientras que por su lado, el Frente para la Victoria, rechazó el proyecto. «Acá se cree que legalizando el financiamiento de las empresas no va a haber financiamiento ilegal», dijo en el debate el diputado, Agustín Rossi, jefe de la bancada kirchnerista.

El Gobierno logró lo que esperaba: poder contar legalmente con dinero de empresas privadas para su financiamiento, algo que hizo en las últimas dos campañas electorales con distintas modalidades, como la causa que aún se encuentra en la justicia con los aportantes truchos. La votación finalizó con 148 votos afirmativos y 69 negativos.

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A pesar del permiso para recibir dinero de empresas, los partidos no podrán recibir de una misma persona o empresa un monto superior al 2% de los gastos permitidos para esa campaña.

El proyecto se dio a conocer el año pasado cuando estalló el caso de los aportantes truchos en Cambiemos. Desde ese tiempo a esta parte, el proyecto se aprobó en el Senado y ahora en Diputados, con varias críticas.