Ayer el presidente Mauricio Macri realizó su último intento de hacer dudar a los argentinos sobre su pésima gestión. Al parecer no lo logró. Los argentinos están con la cabeza en otra. En la de Alberto, que hoy presenta el gabinete.
Poco antes que ayer a las 20.00 comience su primera cadena nacional el presidente Mauricio Macri, el observatorio de la Universidad Católica Argentina difundió los datos de la pobreza en nuestro país: 40,8% de los argentinos están sumidos en ese escándalo humano que es la falta de recursos para vivir una vida digna.
Son 16 millones de argentinos, más que los votos que recibió Mauricio Macri en las elecciones de octubre. Pero sin embargo, para el presidente, su administración deja unas bases «sólidas».
Cada palabra de los más de 30 minutos que duró el mensaje grabado que se transmitió por cadena nacional, fue «media verdad dada vuelta». Una lisa y llana puesta en escena con el fin de alterar el conocimiento.
Pero resaltó una: «Ahora es más difícil robar la plata de los argentinos«, dijo Macri, el presidente campeón de las vacaciones, la pobreza y la deuda.
Robo y estafa
Macri enumeró algunas leyes que se sancionaron, como la del arrepentido, que permite admitir declaraciones de imputados por delitos graves con el fin que «colaboren» con la investigación. Hay arrepentidos célebres: Fariña, el chofer de los cuadernos y espías. Todas causas que terminaron imputando a empresarios y políticos del peronismo.
También nombró la ley de flagrancia. ¿Lo qué? Una ley que permite realizar juicios penales de maneras exprés. Esto ha dado lugar a comportamientos judiciales insólitos, por ejemplo, juzgar sin pruebas en función de la «velocidad».
«Siempre habrá pillos y ladrones en todos los gobiernos, pero el estado tiene que asegurarse que deje las huellas marcadas y atraparlo», anunció para intentar demostrar que su gobierno puso a los argentinos bajo protección y que el próximo gobierno, palabras más o menos, no podrá robar como el que lo precedió a Macri.
Pero, si Macri no «robó», ¿qué pasó entonces? ¿qué palabra le cabe? Lo invitamos a un pequeño recorrido a través de los más significativos hechos de la gestión de Mauricio Macri:
- La energía: Mauricio Macri introdujo en nuestro país un sistema de dolarización tarifaria. Pese a producirse con pesos, la energía se paga a valores internacionales. Esto le significó a las empresas energéticas y de combustibles impresionantes ganancias, principalmente en los dos primeros años del gobierno macrista. Hay causas, hay imputados, como el caso del ex-Shell Aranguren que autorizaba aumentos de sus propios bienes. De los dos lados del escritorio.
- La pobreza: otro caso de estafa, tal vez la mayor de todas. Mauricio Macri asumió prometiendo «pobreza 0» y con un piso del 26% aproximado, y se va con más de 40 puntos de pobreza. ¿Qué figura penal le cabe?
- El trabajo: el rápido aumento de los insumos y la devaluación de la moneda argentina, puso en crisis a las pymes argentinas (que explican más del 70% de los puestos de trabajo). Pasó lo lógico: cayó el consumo, las ventas cayeron y siguieron en pesos, mientras se dolarizaron los insumos. Resultado obvio: despidos. Muchos.
- Ajuste: pero además Macri realizó una estafa tremenda propiamente en lo público. Dijo que iba a reducir el déficit. Es decir, gastar mucho menos. Bueno… sólo despidió empleados del sector público. Porque lo que se llama gastar menos no lo hizo. Sino, ¿para qué pidió miles de millones de dólares al FMI? ¿No era que la iba alcanzar con el presupuesto corriente?
- Deuda externa: ¡ni qué hablar! ¿Para qué se usó el dinero? Pues no se sabe. Todo lleva a indicar que se usó para gastos corrientes. Algo así como hipotecar la casa y usar el dinero para vestirse, comer y arreglar las goteras del techo. Un proyecto fantástico que deja a la Argentina en un récord: el país que más millones recibió del FMI en el menor tiempo. ¿Amigos?
- Salarios y jubilaciones: el Estado no sólo dejó de subsidiar la luz y el gas, sino que también se dedicó a extinguir el poder adquisitivo de los jubilados. Al inicio del mandato de Macri, el poder adquisitivo de un jubilado argentino era uno de los mejores de Latinoamérica. Ahora, es uno de los peores. Otro dato: este gobierno cambió el método de cálculo para el incremento de los haberes de jubilados y pensionados. Para mal, por supuesto. Por el lado de los trabajadores… lo mismo. Los salarios, por la falta de empleo y el mal contexto para las empresas argentinas, fueron a la baja. Aumentó el nivel de endeudamiento de los trabajadores, aumentó el empleo en negro, cayó el empleo registrado.
- Educación: para no aburrir alcanza nombrar cuántos jardines de infantes se construyeron en todo el país durante estos 4 años: 800. ¿Cuántos se prometieron? 3000. ¿No pudo? A esta altura convendría dudar de sus intenciones, ¿no? Igual hay que hablar claro: Macri hizo jardines, también hizo rutas. Mucho menos de lo que prometió, pese a haber manejado recursos mayúsculos, en parte proveniente de la deuda externa. Otra promesa para evaluarlo es la revolución educativa que Macri prometió: cayó el financiamiento educativo, los salarios docentes perdieron poder de compra, no se crearon nuevos cargos.
¿Más? No, lo dejamos ahí y pasamos a lo que viene.
Lo que viene
Esta tarde, el presidente electo de los argentinos presentará el gabinete que lo acompañará en los próximos 4 años de gobierno. Será en apenas unas horas, a las 18.00 horas.
Mientras tanto, una consultora dice que «tío Alberto» se ha convertido en la esperanza de la mayoría de los argentinos que depositan amplia confianza en que su gobierno revierta el triste panorama.
El sondeo realizado por Hugo Haime indica que «Macri se va con una imagen negativa del 67 por ciento y una positiva de 30. Algo parecido pasa con su gestión: el 68 por ciento la evalúa de forma desfavorable y un 27 la rescata», publicó Página 12.
El rechazo roza lo paradójico: «el 91,8 por ciento cree que Macri deja el país en una situación muy o bastante grave», agregó el periódico.
Por otro lado, un artículo publicado en Clarín sostuvo en base a una encuesta de similar característica que «6 de cada 10 tiene una expectativa favorable con respecto al próximo Gobierno. De arranque el Gobierno de Alberto Fernández tiene un apoyo importante».
«Hasta pronto, fue el honor más grande de mi vida», se despidió Macri.