Ayer, Mauricio Macri el período de sesiones ordinarias del Congreso como estaba previsto, lo imprevisto fue el tono de campaña con el que se presentó ante la asamblea legislativa. Horas antes que hiciera la inauguración se había conocido una nueva imputación al presidente de los argentinos por asociación ilícita en la causa que investiga la licitación de rutas aéreas a Avianca.

Mientras ingresaba el primer mandatario en las puertas del congreso se realizaban diferentes protestas en contra de su gestión.

Una fue la de los investigadores que reclaman por los recortes anunciados para el Conicet. Es que como recientemente se informó, el Ministro Barañao ha señalado que se dejará de invertir en algunas ciencias por considerarlas improductivas.

Otra de las protestas fue la de los docentes, más sorpresiva, ya que no estaba anunciada. Un grupo de docentes reunidos en torno a la Ctera, la central de los trabajadores de la educación argentina, llegaron con pancartas al Congreso para reclamarle a Mauricio Macri la convocatoria a paritarias federales. Sin embargo, al llegar tuvieron encontronazos con la policía.

Ya en el recinto, en una ceremonia por demás de formal, el Presidente comenzó su discurso con un tono atípico y sin reconocer ninguno de los «errores» que sus propios funcionarios aceptaron en los pasados días.

El tono electoral, casi agresivo, del presidente fue una sorpresa ya que desde el gobierno insisten en diferenciarse de ese rasgo, generalmente atribuido a la ex-presidenta Cristina Kirchner.

Durante el discurso omitió hablar de cualquiera de los ejes problemáticos que atraviesa el gobierno, tales como los despidos, las suspensiones o las clausuras constantes de comercios. Del mismo modo obvió pronunciarse acerca de los aumentos que esperan en el rubro energético para este año.

En cambio estableció como principal logro económico las cosechas record y el aumento de la venta de cosechadoras y maquinarias agropecuarias.

De tanto en tanto desde la oposición lo abucheaban o le contestaban. La vice-presidenta pedía silencio y el discurso leído y programado del presidente seguía adelante.

De esta manera transcurrió gran parte del mensaje presidencial que se notó por mucho que estaba por demás de ensayado. Sin embargo, cuando se refirió a los docentes Macri tuvo que soportar los cuestionamientos que le lanzaban de la oposición. Uno de ellos fue «cuidá a Baradel» (en referencia a las amenazas recibidas por el sindicalista). Allí fue cuando el presidente se salió del libreto y le fue mal.

Con una sonrisa socarrona y sin ningún tipo de tacto lanzó «No creo que Baradel necesite que nadie lo cuide».

Esto valió que Baradel realizara una presentación judicial ya que a la media hora de finalizado el discurso presidencial volvió a recibir una amenaza.

Otro de los momentos álgidos fue cuando se refirió a la corrupción y señaló que se está siendo transparente por lo que «se ahorraron en transporte 32 mil millones de pesos» que servirán para obras públicas que no se han realizado. Sin embargo, no hizo alusión a las causas que lo vinculan a presuntos casos de corrupción. Mientras tanto, de la tribuna le gritaban.

El discurso completo lo podés ver acá: