Pese al multitudinario acto de las CTA en Plaza de Mayo, contra las políticas de ajuste de su gobierno, Macri se mostró distendido y sonriente, y asistió al majestuoso salón Cipriani en Nueva York en donde concurrieron alrededor de 400 invitados, entre ellos la titular del FMI, Christine Lagarde.
Allí el presidente fue agasajado en reconocimiento por su labor política, y al subir al escenario para «reclamar» su premio del «Global Citizen Award», se puso a bailar con Adrienne Arsht, la vicedirectora ejecutiva de Atlantic Council.
Macri asistió al encuentro junto con la primera dama, Juliana Awada, y al recibir el premio bromeo sobre el «enamoramiento» que atraviesa con la titular del Fondo «tuve un flechazo con Christine hace algunos meses atrás».
«Espero que esto funcione bien y que todo el país se enamore», remató Macri, quien arrancó risas del auditorio.