Se acomoda en el sillón, toma un sorbo de café y pide silencio. Durante media hora se presta al juego de preguntas y respuestas en uno de los salones de La Candela que tiene las paredes pintadas con fotos de sus hazañas deportivas y la habitación que usó en 1981 totalmente remodelada. Diego Maradona viene de sentir “el perfume más hermoso, el del pasto” tras dirigir las goleadas de Deportivo Riestra a Atlas (3-1 y 5-1) y afirma: “Lo extraño mucho. Podés trabajar, hacer eventos, te pueden agasajar, dar premios, pero uno nació y vivió en el pasto. Los jugadores somos los que más se bañan en este mundo. Nos tenemos que bañar por obligación todos los días. Cuando puedo me prendo en esto de Riestra. Los chicos me respetan, saben que les doy lo mejor que tengo y eso ya me paga. Lo hago por la amistad con Víctor (Stinfale) que viene desde hace 30 años, o quizás más. Al tener Riestra pienso en un montón de partidos, pienso en el Sub 20. Hay jugadas que te pasan por la cabeza. Todavía por la cabeza me pasa que Müller iba al primer palo… Se los cuento a Benjamín, a Dieguito Fernando y a Diego Jr. También les cuento que me dan ganas de volver a la cancha, estar con los muchachos, transmitirles las experiencias y no vender humo como hacen muchos por una cantidad equis de plata. Yo nunca vendí humo. La plata que gané, me la gané laburando”.

-¿Que es esto de La Candela, que es prácticamente tu casa?

-Es un proyecto para traer jugadores y hacer una academia. Tener los recursos necesarios y las estructuras, como vengo pidiendo desde hace mucho tiempo. Hay escuelas de fútbol dirigidas por alguien que no tiró ni un centro de gol. Está bien que se ganen la plata, pero no jodan muchachos. No cualquiera puede tener una “Escuela de Fútbol”. Menos si le pegás con los tobillos. Mi proyecto a futuro es poder tener mi academia acá, en La Candela. Albergar a jugadores y jugadoras, chicos y chicas. Porque en el país del primer mundo que es Estados Unidos, el 70 y pico de mujeres juegan al fútbol. Los hombres juegan al básquet, al béisbol y al fútbol americano.

Anoche, Maradona se fue a Madrid con su mujer Rocío, sus hijos Diego Jr. y Jana y su nieto Benjamín. El miércoles estará en el Bernabéu viendo Real Madrid-Napoli, por los octavos de final de la Liga de Campeones, junto al presidente del club italiano Aurelio De Laurentis. Volverá el sábado porque el lunes 20 está programado el nacimiento de Franca Morla, la hija de su amigo y abogado, de la que será padrino.

-Te nombraron “capitán de las Leyendas y Embajador Deportivo. ¿Vas a trabajar para la FIFA?

-Todavía no lo hablé con la gente de Dubai, pero mi idea es quedarme en Dubai , tener una casa en Zurich y trabajar para los dos. Yo soy un agradecido. Le dije a Gianni Infantino: ‘Pará, antes de hacer algo tengo que hablar con la gente que me bancó cuando no me quería nadie porque Grondona y Blatter me habían bajado la persiana’. Se lo debo al sheik, al principito y a la princesa de Dubai. Entonces ahí sí voy a trabajar para la FIFA. Tenemos un proyecto muy lindo con Van Basten, con Boban, con Infantino que quiere que los jugadores tomemos de una vez por todas las riendas del fútbol, y es por lo que vengo luchando desde hace más de 30 años.

-Van Basten quería cambiar algunas reglas del fútbol y entre vos y Menotti lo frenaron…

-Si porque Marco es un distinto; no te olvides que es holandés, ellos quieren cambiar las reglas. Además es 9: quiere sacar el offside y que los partidos terminen 11 a 11. Yo lo mensajeé y le dije: ‘Hablemos entre todos porque sino quedás abierto a las burradas de cualquiera que puede decir que no sabés nada de fútbol’. Y no es así, es un tipo que me impresionó por el laburo que hace en la FIFA y como persona está intacto.

-Hablaste de Estados Unidos. En el 95’ estuviste en Oxford y este año te invitaron de Harvard, ¿vas a ir?

-Si me deja Donald (Trump)… Si me dan la visa, no tengo problema. Voy a presentar mi tesis o mi proyecto y a hablar con tranquilidad porque creo que hice una carrera soñada por cualquier jugador del mundo. Me encantaría que me escuchen ahí.

-El que te escuchó es Ricardo Gareca. Dijo que había que prestarte más atención , que cuando hablaste de Platini, de Havelange, de Blatter y de Grondona, el tiempo te dio la razón…

-El Flaco es un amigo y me conoce. Sabe como pienso y que no me salí del camino nunca. Y no me voy a salir. Lo que me extraña mucho es que todos los posibles candidatos en la AFA ninguno haya venido a hablar o a discutir conmigo. Hoy estoy como representante argentino en la FIFA. Me parece de una antipatía muy grande, de una soberbia que tenemos que dejar al costado para resolver los problemas que nos dejó Grondona. Parece que la escuela grondoniana quedó porque no me llamó ninguno de todos los que hoy dicen que van a arreglar el fútbol argentino. Yo tengo mis dudas de los que hablan del pico para afuera.

-¿Están más preocupados en rosquear que en arreglar el fútbol?

-Yo creo que están más preocupados en qué beneficio propio pueden sacar en un contrato de TV que en los problemas reales que tiene el fútbol. Paremos la mano muchachos… Vayamos como digo yo en la cancha: ‘Si presionamos, presionamos en bloque’. No uno porque quiere salir más en televisión, el otro porque le gusta hablar, aquel porque le gusta la camarita y el micrófono. Paremos, ya está, ya son conocidos muchachos. Ahora hay que laburar y el problema es donde encontrás gente que quiera trabajar. Yo voy a llevar mi informe a Zurich y voy a hablar con Infantino porque me parece que las cosas no se están haciendo nada bien y al Gobierno le da lo mismo. Todo muy turbio. Entonces esto lo tiene que saber la FIFA. Yo lo escuché el otro día al presidente de Aldosivi decir que ‘lo empujan a estar en Primera División y no pueden pagar’. Y tiene razón el hombre . ¿Para qué queremos 30 equipos si no podemos bancar a 10? El fútbol argentino está quebrado, se lo llevó Grondona a la tumba. ¿Qué negocio quieren hacer con la AFA ahora? Pongámosnos a laburar para sacar todo esto y dejemos la soberbia en casa.

-¿Vas a poder limpiar la AFA?

-Por supuesto. Quiero lo mejor para la Argentina y voy a luchar como luché siempre para que gane la gente y para que el fútbol en Argentina siga vivo. No te olvides que yo cuando dije lo de la desafiliación se sorprendieron. Pero después lo dijo Infantino… Nos desafilian y tenemos que hacer un torneo doméstico y no podemos pasar el charco. Puede pasar, eh… Que lo sepan estos que están todo el día en televisión y en reuniones pidiendo cosas. ¿Y el fútbol para cuándo? Porque hasta problemas de calendario tienen: se estaba por cerrar el fútbol en febrero, ahora pasamos a marzo y después pasaremos a no sé… Eso me gustaría hablar con Infantino y darle un corte definitivo.

-¿Vos creés que el 3 de marzo se va a reanudar el fútbol en la Argentina?

-Yo creo que no. Si no hay reuniones importantes que sirvan… Las reuniones que hacen ahora no sirven para nada. Esto de 6 contra 6… Vamos a hacer reuniones serias y tengamos unos sponsors que avalen la historia del fútbol argentino, no que venga cualquiera y diga ‘yo compro la AFA y la televisación por tanto’. Todo el mundo del árbol caído hace leña.

-Lo postulaste a (Raúl) Gámez como presidente de AFA, ¿Lo ves con poder?

-No lo postulé porque yo no puedo postular a nadie. Hoy soy parte de la FIFA y lo tengo prohibido. Pero sí le puedo decir mi pensamiento a Infantino. Somos muchos y nos conocemos todos. Y sabemos quién quiere entrar en la historia del fútbol y quién quiere hacerse más rico o más importante.

-El 23 de marzo tiene que jugar la Selección. ¿Va a poder hacerlo por las Eliminatorias o si no se arregla el fútbol la FIFA le baja la cortina?

-Es un tema. Yo le voy a pedir a Gianni (Infantino) que no, que deje jugar a los muchachos, que se la jueguen en la cancha. Pero el que manda es él. Espero que se la dejen jugar a los muchachos, pero no es fácil. Está muy trabado todo.

-A la AFA la definiste como “La casa de los Locos Adams” ¿Cómo se arregla?

-Ja… Primero sacando la soberbia de encima. Queriendo ir a trabajar y no a que te hagan un reportaje porque todo el mundo que pasa por la AFA sabe que tenés periodismo como en la puerta de mi casa. Pero me parece que esto está muy trabado y muy difícil de resolver si tenemos dirigentes que encima quieren ser figuritas. Así es todo y no funciona.

-¿La Superliga es un negocio para pocos?

-Sí, por eso no me gusta. Se puede hacer en Alemania o en España. Ahí sí se puede hacer una Superliga, acá en Argentina no. Primero hay que resolver un montón de otras cosas importantes para pensar en un buen campeonato. No en una Superliga.

-¿A quién ves como candidato para presidir esta AFA?

-No tengo candidato. Y no me quiero meter en este tema porque tampoco tuve una reunión con alguien que me convenciera. Lo que vi de los que hablan lo vi por televisión. Hacen reuniones y reuniones que no sirven para nada.

-¿Lo ves a Angelici con demasiado poder en la AFA? ¿Quiere ser el nuevo Grondona?

-No, no creo. Lo de las escuchas y todo eso tengo que decir que lo hace todo el mundo. Vos y los que estamos dentro del fútbol sabemos que todo el mundo le mete un golpe de teléfono a todo el mundo…

-Por más que está mal…

-Por más que está mal. Está mal. Pero lo saben los nuevos periodistas que hoy se horrorizan o se hacen los horrorizados. Que Angelici haya llamado a éste o al otro… Es el folklore argentino y no nos hagamos los boludos, porque si nos seguimos haciendonos los boludos ahí sí que somos de la cochería. No zafamos de la FIFA.

-Es la escuela ‘Grondoniana’, como la denominás vos.

-Tal cual. Y todavía sigue en pie.

La confesión: «Hoy soy feliz lejos de la droga»

Hace poco dijo que ser Maradona no es fácil. “Si fuera invisible me iría a caminar por Buenos Aires. Por el Obelisco, la 9 de Julio, la calle Corrientes. O tal vez me iría a pescar como iba con mi viejo. No sueño con tener esa chance de no ser visto por alguien y que eso haga una explosión para que se sumen muchos más. Ya estoy acostumbrado”, se resigna.

-¿Sos feliz hoy Diego?

-Muy feliz. Estoy con mis hijos. Con mi mujer Rocío, a quien amo profundamente. Tengo bien a mis hermanas. A mi nieto Benjamín, que es lo más grande que hay. Después Dieguito Fernando, que es un amor. Lo veo cuando puedo porque yo tengo que trabajar. Cuando estaba casado me perdía días festivos de la escuela de las nenas, pero sabían que lo tenía que hacer porque sino no entraba plata a casa. Me quedé muy tranquilo al ver que me reconoce. Estuve jugando con él y con Benjamín a la pelota.

-¿Son los dos zurdos?

-Los dos derechos, pero ya tendré tiempo de entablillarles esa pierna y hacerlos zurdos a los dos. Pero lo importante es que quedé como dueño de la familia. Esto se lo quiero pasar a Diego Jr., a Benja y a Dieguito Fernando. Ellos son los que van a seguir la dinastía.

-En Italia volviste a hablar de tu primera vez en la droga. ¿Te acordás de la última vez?

-No. Hace trece años que dejé y estoy feliz porque me levanto como quiero levantarme, manejo mis tiempos, puedo tener una agenda, puedo trabajar, puedo cumplirle a la gente, puedo cumplir con mis hijos, puedo ir al cementerio a ver a mi vieja y a mi viejo y estoy en paz con Dios. Me reconcilié con la Iglesia, con Francisco que para mí está haciendo un trabajo bárbaro y Dios quiera que siga. Ya le dije que tiene todo mi apoyo. La verdad es que soy feliz aunque en mi país la gente no esté feliz con el cambiemos… Pero, bueno, alguien tiene que ser feliz y me tocó a mí.