El pasado domingo 4 de febrero se celebró el Día Mundial del Cáncer, fecha en la que anualmente se busca concientizar sobre la prevención y el tratamiento de la enfermedad.

La Posta entrevistó a Mariela Nawojczyk, miembro del Servicio de Oncología del Hospital Municipal Nuestra Señora del Carmen.

Según explicó, con esta fecha se busca «concientizar a la población a que tomen medidas preventivas o controles de salud, en función de evitar que una patología altamente prevalente, como es el cáncer en el mundo, llegue a estadios avanzados».

La prevención «garantiza tener una menor incidencia de cáncer. Una vez que el cáncer esta instaurado, que no funcionó la prevención fundamentalmente, ahí ya tenés otra cosa, tenés que tratarlo«. Sin embargo, ese tratamiento explicó la especialista, depende del estadío en el que se detecte el cáncer: «El cáncer lo dividimos en estadio 1, 2, 3, 4 de acuerdo como fue invadiendo los órganos vecinos. El cáncer se origina de un órgano en particular, mama, pulmón, hígado, útero, ovario y de ahí, de acuerdo al tamaño tumoral y cómo fue tomando órganos vecinos, ganglios vecinos o pasar a la circulación sistémica y de impactarse en órganos alejados, uno va determinando la estatificación. Cuando el cáncer ya tomó otro órgano, las chances de curación disminuyen«, sostuvo, por lo que la concientización también apunta a controlarse para detectarlo tempranamente.

-¿El cáncer es algo que se adquiere o está en el organismo?

-Hay dos formas. El 90% del cáncer es por malos hábitos de vida. Si yo fumo tengo alta probabilidad de tener cáncer, pero hay pacientes que no fuman y tienen cáncer. Pero el tipo de cáncer que tiene el paciente no fumador, las características que presenta son diferentes y con mejor pronóstico que un fumador, y el tratamiento incluso es diferente, y se estudian unos genes en cuanto a cómo la célula replica, cambia, crece diferente al fumador.
Después hay algo que tiene que ver con la naturaleza de cada uno, con la predisposición genética. Cáncer genético es el 10% pero hay una predisposición genética a que vos puedas padecer cáncer, que tiene que ver con tu linaje, con tu familia.

-¿Cómo llegan los pacientes hasta el servicio de oncología?

– Una vez que el paciente tiene diagnóstico de cáncer, se deriva al Servicio de Oncología. Nosotros lo que hacemos primero, si el paciente no está calificado, calificarlo, es decir saber si está en este órgano solamente o fue hacia otro órgano. Cuando lo calificás, ahí planteás qué terapéutica es la mejor para ese paciente.
Nosotros en estadios iniciales hablamos de «adyuvancia». Adyuvancia significa implementar una medida que tiene el objetivo que el paciente se cure. En cambio, en pacientes avanzados donde hay órganos tocados alejados al sitio del tumor, ahí ya hablamos de vías de tratamientos para avanzados en primera línea, segunda línea, tercera línea y con quimioterapia o rayos o hormonoterapia. Dependerá del tipo del tumor, del tipo de agresividad, la edad del paciente, el status performance del paciente, es decir cómo el paciente viene a la consulta, si el paciente vino o vino un familiar, si está postrado… Lo que buscamos con las terapias avanzadas es tratar de controlar el cáncer, pero priorizar fundamentalmente la calidad de vida del paciente. No le vas a aplicar una quimioterapia súper agresiva a un paciente que esta postrado en una cama, que esta dependiente de oxígeno. Todo depende de la situación, si esta pasando una situación infecciosa, el paciente se recupera y podrá volver al cause oncológico. Nosotros lo que intentamos es priorizar calidad de vida, si podemos implementar medidas oncológicas, que detengan ese tumor, bienvenido sea, pero depende de cada paciente en particular, la estrategia pedagógica va a depender del status performance del paciente o del ECOC, que significa el índice de desempeño que el paciente pueda tener.

-Hablando de los tratamientos, ¿qué avances hay?

-Muchísimos. En la última época se está hablando de «la vedette del momento»: la inmunoterapia, que de alguna forma intenta reemplazar a la quimioterapia. Si bien se aplica igual que la quimioterapia, por vía endovenosa y tiene toxicidad como la quimio, la toxicidad es menor que la quimio y la respuesta es mayor. Lo que hace la inmunoterapia es tratar de traer los linfocitos, que son los órganos de defensa, hacia el sitio del tumor y aumentar la producción de linfocitos y tratar de contener al tumor en cuestión.
Se ha visto avances en inmunoterapia, en melanoma, en pulmón, en vejiga, se está probando en próstata. Es lo que te hablaba antes, depende del paciente que tenemos enfrente, qué le podemos ofrecer y cuál es la mejor alternativa para darle a este paciente. No todos los pacientes son candidatos a inmunoterapia, no todos los pacientes son candidatos a quimioterapia.
Cuando hablamos de cáncer de pulmón nosotros estudiamos lo que es la parte genética de este tumor, que son unos casquitos, los mandamos a estudiar a Buenos Aires, en lo que es la biología molecular, para conocer el comportamiento genético del pulmón. Dependiendo de qué gen esté mutado, uno le da la terapia dirigida al paciente.
¿Qué es la terapia dirigida? es una droga que actúa para ese gen mutado. Es como si vos tenés la llave de una cerradura, cuando vos ponés la llave correcta en la cerradura abre, y tiene mejor respuesta el paciente, mayor sobre vida y menor toxicidad.

 

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