La pandemia nos mantiene aislados socialmente, y las medidas de prevención prohiben especialmente las reuniones porque allí el riesgo de contagio se multiplica rápidamente. Por eso todas aquellas instancias de grandes reuniones sociales, culturales o políticas están prohibidas. Entre ellos los locales de espectáculos bailables o de esparcimiento nocturno.
El color de las luces sobre la pista, los preparativos para el encuentro con amigos… En fin, ese disfrute de la noche que a algunos tan bien le sienta, por el momento está prohibido y no tiene fecha de habilitación. En Chacabuco se siente particularmente la ausencia de la movida tropical de Racing Club Bailable.
De la mano del conductor Mario Bergaglio, dueño además de una voz característica de nuestra ciudad, el Racing Bailable cumplió 2 años el pasado 17 de enero y lo festejó nada menos que con la visita de Lucas Sugo.
En esta entrevista que le realizamos, Bergaglio contó acerca de la situación que atraviesa el rubro (uno de los último que volverá debido a la pandemia), de su pertenencia a ese mundo tropical y de qué posibilidades se plantean a futuro para los locales bailables, pero también de qué condiciones el Estado debería facilitar para que los bailes sean una posibilidad cuando pase la pandemia.
-Este año cumplieron dos años en Racing Club Bailable…
-Sí, el 6 de enero cumplimos los dos primeros años. Lo festejamos con unos bailes realmente muy lindos. Creo que lo más importante que hemos logrado es la contratación de Lucas Sugo que lo trajimos el 17 de enero, y pintaba para ser un año lindo en cuanto a espectáculos. Teníamos prácticamente todo el año armado, con números bastante importantes más los que se iban a ir sumando y lamentablemente el 7 de marzo, con un baile realmente muy lindo de más de mil personas, porque ese día estuvo La 2001, fue el último que hicimos. A partir de ahí estamos totalmente parados.
-El show internacional había tenido mucha convocatoria tanto en la ciudad como en la zona, ¿no?
-Si, la verdad que sí. Cuando traés un número de esa magnitud que no es muy común en nuestra ciudad, es un número muy caro que no es fácil traerlo. Imaginate que a nosotros nos costó 12 mil dólares, hoy creo que sería imposible con el valor que tiene el dólar. Y así y todo fue bastante complicado pero lo pudimos hacer, le dimos un buen espectáculo a la gente de Chacabuco que hacía mucho que no tenía algo de esa magnitud. Para nosotros fue algo muy positivo.
-Ya hace casi tres meses que están sin actividad, ¿no?
-Sí, la verdad es que nosotros comenzamos antes que todos con la cuarentena porque el 7 de marzo hicimos el último baile, nos estuvimos preparando la semana siguiente para el baile del sábado 14 que ya teníamos todo contratado y el jueves nos dijeron que por ahí no nos iban a autorizar a abrir las puertas ni a nosotros ni a ningun boliche bailable. El viernes 13 cuando fuimos a sacar el permiso que se saca semanalmente en la municipalidad y ya nos dijeron que no, que habían decidido no autorizar, anticipándose inclusive a lo nacional.
El sábado a la mañana nos citaron a una reunión a todos los que organizamos este tipo de espectáculos y ahí nos dijeron que la decisión era suspender toda actividad hasta el nuevo anuncio. Ya en el transcurso de la semana siguiente se empezó a hablar de que iba a ser a nivel nacional y a partir del 20 de marzo, ya se paró todo el país, por lo menos los primeros días y después lo que todos sabemos. La actividad nuestra se paró totalmente y creo que va a ser la última en volver.
-Tienen un público que los acompaña siempre, ¿cómo lo recibió? ¿se comunican con ustedes?
-Con muchos de ellos prácticamente hay un cruce diario, o a través de la radio, en el programa o cuando nos cruzamos en la calle, o por ahí si alguien pone algún comentario en las redes sociales, «Marito, ¿cuándo vuelve Racing?», «¿cuándo volvemos?» «¡ojalá que sea pronto!» y la verdad es que se está extrañando, era un lugar familiar, para un tipo de público que no hay otro en nuestra ciudad, porque después están los bailes de la Asociación de Jubilados que son muy lindos también pero por ahí para un público un poquito mayor. Nosotros estábamos ahí en el término medio, no éramos ni la edad de los chicos del boliche, ni tampoco los de la Asociación de Jubilados, asi que teníamos un marco de público bastante interesante que realmente la pasaban bien en los tradicionales bailes como son los de Racing desde hace más de 70 años, creo que hay bailes en esta esquina.
Estamos todos esperando, las bandas se comunican conmigo siempre para preguntar cómo estamos y bueno ellos son los que la están pasando realmente muy mal porque están sin trabajo y algunas bandas son pequeñas pymes, que sus músicos son empleados y bueno les están pagando el sueldo igual y bueno ha traído muchas complicaciones todo esto, pero es lo que nos tocó, y hay que aguantar.
-¿Cómo están pasando esto los trabajadores de Racing en cuanto a lo económico? ¿Cómo los afectó a ustedes?
-Por un lado podemos hablar de lo que es el club. Al club nosotros le pagábamos por cada baile que organizábamos y era la única entrada que tenía. Estos dos años y medio realmente hubo mucho progreso, han hecho muchas cosas que estaban más o menos medio «flojas» por decirlo de alguna manera, han escriturado el terreno de al lado donde está la confitería, han puesto toda la papelería al día, ahora están escriturando una quinta donde en algún futuro va a ser el campo deportivo de Racing, el club se pintó, se refaccionó un poco. Lamentablemente el club en este momento no está recibiendo ingresos tampoco, pero bueno es como que paramos el almanaque, no hay actividad de nada, el club está totalmente cerrado y esperando a que todo esto pase.
En cuanto al personal nuestro, un 90 por ciento son todos familiares míos o muy amigos. Hemos hecho un grupo de trabajo de gente muy conocida y ellos como nosotros también ganábamos si trabajábamos, entonces en este momento lamentablemente no estamos ganando ninguno. Es la realidad.
-¿Cuál es el mensaje de esperanza que tenés o podés dar en este contexto para volver a la actividad, considerando que serán uno de los últimos? ¿Cómo te imaginas el futuro cuando se retome esta actividad?
Por un lado hablo mucho con representantes y dueños de bandas grandes y desde el principio me habían dicho que creían casi imposible volver a una actividad normal antes de los primeros meses del año que viene. Algunos hablaban hasta de marzo inclusive. Prácticamente un año totalmente perdido. Para que autoricen la cantidad de público que se necesita para que pueda actuar una banda de esa magnitud y poder meter una cantidad de gente importante, porque si no no cierran los números. No podes traer una banda grande como el Toro Quevedo, un Trula lá, un Kino, por nombrarte algunas, y meter 200 o 300 personas. Trabajarías a mucha pérdida. Si no te autorizan a meter mil personas por lo menos, no podés organizar el baile. Eso me parece a mí que falta mucho todavía lamentablemente.
Después un poco la preocupación que tenemos y un poco lo que pedimos es que haya elasticidad en lo que va a ser el tema permisos y todas esas cosas. Porque a nosotros se nos está venciendo todo, la habilitación provincial por ejemplo de bomberos se nos vencía ahora el 2 de agosto y es un trámite que tarda más o menos dos meses en hacerlo, por medio de trabajo de 8.57, después tienen que venir los bomberos a inspeccionar y lamentablemente es algo que lleva su buenos pesos para hacerlo y ahora todavía no lo empezamos a hacer y ya no creo que lo hagamos para agosto si está todo parado, es como que perdes seis o siete meses de gusto.
Después, por decirte, vencen todos los extinguidores, hay que cargarlos a todos lógicamente antes del baile. Yo pretendo que es lo que es los permisos provinciales tengan una prórroga, porque de hecho no se está stockeando nada, está todo intacto como se dejó, está todo cerrado. Por ahí que nos den un poco de tiempo.
Imaginate que la bebida que teníamos nosotros, lo que iba quedando de remanente baile a baile lo tuve que vender todo a bajo precio, a precio de costo porque se vence. Vamos a necesitar una inversión grande en bebidas, en seña para números artísticos, va a ser difícil la vuelta también. Es lo que a mí me preocupa un poco. Esperemos que haya un tipo de prórroga para poder arrancar de vuelta y empezar de a poquito a mover la rueda, si no va a ser muy complicada la vuelta.
-¿Con qué te quedas de estos dos años en el baile que fueron de crecimiento y mucho trabajo?
-Para mi fueron extremadamente positivos por dos motivos. Primero porque a mi me encanta hacer esto. Como vos decís hace veinte años que organizo eventos, por ahí me has visto organizar eventos con alguna institución en las plazas, hace años que hacemos esto.
Racing es mi segunda casa, yo me crié a 20 metros del club. Lo amo, jugué al futbol cuando era chiquito, iba a bailar todos los sábados desde que empecé a salir a Racing. Hice locución durante mucho tiempo, estuve pasando música en su momento también, entonces cuando surgió esta oportunidad de hacerme cargo de la organización totalmente del baile, me sentía como un jugador de futbol dirigiendo técnicamente a su equipo preferido. Era como que toqué el cielo con las manos con eso, dejando la parte económica, si no la parte sentimental, del amor por el club y darle una mano para que vuelva a ser el Racing que era antes.
Imaginate que volvimos (digo volvimos porque me siento muy identificado con el club) a jugar al futbol en primera después de 30 años. Y eso gracias a la evolución económica que le pudimos dar, con el empuje que le dimos a los bailes y demás. Para mi es sumamente positivo, más allá de lo económico. Por ahí había bailes en los que no nos iba muy bien, y en otros un poquito mejor, pero la ibamos llevando, ibamos promediando para que se pueda seguir trabajando y estábamos bien. No te lo voy a negar. Es una lástima esto, totalmente inesperado y el deseo que pase lo antes posible.
Agradecer a todos, al público que nos acompañó incondicionalmente, que siempre estuvo de nuestro lado, la gente te acompaña, sin olvidarme de Dardo D’Alessandro que nos ayudaba un montón… Racing es una institución querida en Chacabuco, tradicional, acá bailaron nuestros padres, hasta nuestros abuelos creo que bailaron cuando la pista todavía era al aire libre, cuando ni siquiera estaban los tapiales hechos. Yo tengo fotos de chiquito con Racing ya construido pero con las paredes del frente sin revocar, con las calles de tierra, tengo fotos en la vereda del viejo Racing y es un sentimiento todo esto. Esperando que pase todo y ojalá podamos volver con las mismas ganas, la misma fuerza sin lugar a dudas como hicimos hace dos años y medio cuando nos hicimos cargo de la organización de los bailes. Agradecer a la comisión de Racing, a Claudio Falabella que es el presidente, a Ernesto Marveggio que es el tesorero, a todos los muchachos de la comisión que realmente han confiado plenamente en mi, en que puedo organizar con responsabilidad y hacer algo serio de todo esto, sin dejar nada librado al azar.