Se trata de un fenómeno nacional. La situación de cierre, venta, alquiler o clausura de locales comerciales se extiende desde Salta a Comodoro Rivadavia, y de Mendoza a la Ciudad de Buenos Aires. La fuerte recesión y la suba de los precios de los servicios públicos son las principales consecuencias que producen el aumento de los comercios inactivos.
Así lo establecen los datos, informes y estadísticas de todos los organismos nacionales, regionales y provinciales que se encargan de analizar la oferta, la demanda, la compra y venta de bienes y servicios, los movimientos del mercado y el consumo individual y colectivo entre otros factores mas.
El año pasado, la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) había advertido sobre el cierre de locales comerciales en todo el país por la caída de las ventas en un marco de “subas de los costos operativos”. Mientras que el último alerta lo la Cámara de Comercio y Servicios en un informe limitado a CABA y La Plata con un resultado lapidario: la cantidad de locales comerciales sin actividad creció un 57% en un año.
En la Ciudad de Buenos Aires, se incrementó el número de comercios inactivos –en venta, alquiler, clausurados o cerrados–, con un total de 255 locales sin actividad en las áreas relevadas.
En relación con la anterior medición, correspondiente al período septiembre-octubre de 2018, la Cámara de Comercio detectó una suba del 11,8% (entonces los locales inactivos eran 228). Pero en términos interanuales, es decir, en la comparación con el mismo período de 2017, el relevamiento registró un alza del 57%. En el sexto bimestre del año pasado los locales sin actividad eran 162.
La Federación de Mayoristas y Proveedores del Estado de la Provincia de Buenos Aires (Femape) fue la encargada de relevar la situación en La Plata, y detectó que en la capital un total de 60 locales sin actividad comercial en las áreas relevadas, lo que representó una suba del 40% respecto del bimestre anterior, cuando se verificó la existencia de 43 locales inactivos para el período noviembre-diciembre de 2018.
En Córdoba capital, el organismo encargado del análisis fue Federación Comercial de Córdoba, e indicó que en la zona del centro comercial de la ciudad, los locales comerciales sin actividad suman entre un 10 y un 12%, lo que representa entre 500 y 600 unidades. La Federación ya había calculado antes que la apertura de nuevos emprendimientos comerciales no alcanzaba a cubrir los agujeros que dejaban los cierres. Entre abril y agosto cerraron 620 locales contra 516 que abrieron sus puertas.
En Mendoza, el Instituto de Desarrollo Comercial, que depende del Ministerio de Economía provincial, informó del cierre de un millar de comercios en el año que fue entre agosto de 2017 y el mismo mes de 2018.
El Colegio de Corredores Públicos de Santiago del Estero advirtió que en la ciudad capital los comercios enfrentan “dificultades para cubrir los gastos operativos de sus locales”, situación asociada la suba de los precios de los alquileres y los aumentos de los valores de los servicios de luz, gas y agua.
Los datos de la Ciudad de Buenos Aires son muy certeros en cuanto a la profundidad de la crisis comercial. Según un relevamiento de Colliers International, un broker inmobiliario, la tasa de vacancia (que mide la cantidad de locales cerrados respecto del total) de la Capital subió un 121,9% en un año y al cierre del primer semestre de 2018 alcanzaba al 4,6% de todos los locales comerciales porteños. En la calle Florida, esa tasa alcanzaba al 9,9%, un nivel insólitamente elevado para una calle comercial principal. Otro dato interesante que presenta el informe es que el tiempo que tardan los locales en alquilarse “se está extendiendo”. Lo mismo que con la tasa de rotación, lo que muestra que la vida de un emprendimiento comercial es cada vez menor.