Desde la madrugada de ayer Brasil vive otra intensa jornada con masivos cortes de rutas por parte de camioneros simpatizantes del actual mandatario Jair Bolsonaro. 23 estados y el Distrito Federal están en jaque por manifestantes que desconocen el triunfo de Lula en los comicios del último domingo. Por su parte, Jair Bolsonaro se mantiene en silencio y aún no reconoce la derrota ante Lula en los comicios del último domingo, lo cual se supone que hará en las próximas horas.
El Supremo Tribunal Federal decidió que los agentes de la Policía Militar están autorizados a actuar en las rutas nacionales y provinciales para desalojar a los camioneros bolsonaristas. Los gobernadores de los estados de Minas Gerais, San Pablo y Río de Janeiro apoyaron la medida. Así, se procedió al despeje de más de 300 vías a lo largo del país utilizando balas de gomas y gases lacrimógenos.
Incluso el gobernador reelecto de Minas Gerais, Romeu Zema, que apoyó a Bolsonaro en las elecciones, se mostró favorable de que se disperse a los adherentes del actual mandatario: «Ya pedí a nuestras fuerzas de seguridad que tomen las medidas necesarias para despejar cualquier ruta o camino que esté bloqueado por las manifestaciones. Se acabaron las elecciones y ahora hay que garantizar el derecho de ir y venir de todos, y también que la mercadería llegue donde tiene que estar», declaró Zema, según releva la agencia Télam.
A pesar el despliegue policial, cientos de camiones aún permanecen bloqueando varias carreteras del país, y los conductores comenzaron a pinchar sus neumáticos para no mover los vehículos, mientras en Twitter los bolsonaristas convocaron a sus correligionarios a las calles para mantener al presidente en el poder. Uno de estos transportistas pro-Bolsonaro arengó a la violenta convocatoria: «Vengan para acá, todo el mundo por Brasil, queremos al bandido en la cárcel, esta pandilla no se apoderará de Brasil y Lula en la cárcel«.
Entre tanto, Jair Bolsonaro estaría resolviendo el momento, que se descuenta inminente por la situación que se vive en las rutas, en que se pronunciará para aceptar los resultados electorales que le negaron la reelección. La posibilidad de ser reelegido para el cargo fue habilitada en Brasil en 1997. Bolsonaro es el primer presidente que no consigue un segundo mandato.
En instantes habla Bolsonaro: