Este domingo 19 de enero en el diario «De Hoy» fue publicada una entrevista al intendente Víctor Aiola, titulada «Es un plan sistemático de desprestigio».

El diario local pudo conversar con el jefe comunal sobre la falta de insumos del hospital, la suspensión de turnos en el laboratorio y las denuncias del PJ de persecución ideológica a los empleados municipales.

En la entrevista, una de las pocas que brinda el intendente, negó cualquier responsabilidad en los últimos episodios, y los atribuyó a una maniobra orquestada por la oposición: «el gobierno está siendo víctima de ese plan sistemático de desprestigio».

«Falta de insumos»

Consultado sobre la falta de insumos hospitalarios que denuncian empleados, sindicatos y la oposición, Aiola lo descartó. Los concejales opositores habían visitado el hospital la semana pasada para pedir seguridades al respecto.

«Si bien la responsabilidad es nuestra, ellos tienen la función de velar porque el Municipio funcione correctamente. El pedido de informes me parece bárbaro; nosotros respondemos los pedidos de informes, no como en otra época en la que nunca se los respondía, pero más allá de lo puntual pienso que esto es un plan sistemático de desprestigio a un gobierno que qué ha sido elegido por el voto popular». Y, a continuación, le soltó a quien lo entrevistaba los 18500 votos que obtuvo en las elecciones pasadas.

Con respecto a la respuesta de los pedidos de informes, no puede ser corroborada, ya que no hay ningún tipo de estadística ni contabilización de qué sucede en esa materia. Incluso, Martín Carnaghi (a quien elogió en la entrevista) dio publicidad a la tarea desarrollada durante sus dos años como concejal, entre ellos proyectos presentados y aprobados pero que el ejecutivo no los puso en práctica. Otra crítica que Carnaghi le recuerda cada inicio de sesión al intendente es los pedidos de informes que no contesta el departamento ejecutivo. Como se ve, algo no es verdad.

Sine data…

Tal vez el peor engaño para los vecinos de Chacabuco sea que la política local esté contaminada de la imprecisión. Todos los partidos políticos. Cada uno con sus honrosas excepciones de antes y de ahora. El intendente no confirma la regla. Y el problema abarca a todos los temas: el tránsito, la inseguridad, la violencia contra las mujeres, la planta de empleados públicos, la de funcionarios y el estado de la deuda municipal, entre algunos temas.

En la entrevista, sin embargo dijo que: «Chacabuco ha mejorado en estos últimos 4 años». Tampoco hay números ni precisiones que lo verifiquen. El único número importante para el intendente son los 18.500 votos que obtuvo y que le permitieron ser reelecto intendente.

Pero el argumento no vale, porque la declaración de emergencia se realizó luego de las elecciones (el 15 de noviembre), por tanto es posible que esos votos ya no sean tales. ¿Ocultó el intendente la crisis durante las elecciones? Si «surgió» después de las elecciones, ¿la crisis cambia diametralmente la mirada de la gente hacia la gestión, como opinan algunos?

La emergencia económica

Acerca de la falta de insumos y de haber declarado en emergencia económica a la Municipalidad, el intendente también lo minimizó: «fui el primero en decir ‘ojo que estamos en emergencia’

Entonces ¿el informe que el mismo domingo en que se publicó la entrevista dio a conocer el portal provincial La Tecla es falso? ¿Debemos concluir que alguien se burla de los ciudadanos desinformados?

Ese informe incluye a Chacabuco entre los 7 municipios de la provincia en peor situación económica. «Un grupo de comunas, entre las que sobresalen Lobería, Puán y Chacabuco, sufren importantes problemas en sus arcas», publicó el medio provincial.

El intendente pone siempre ejemplos domésticos para explicar una economía municipal. Por ejemplo, que «no se puede gastar más de lo que entra«. Si tomáramos ese léxico para graficar la situación, sería así: en una ciudad donde viven 135 familias evalúan quién es el que peor está económicamente. El resultado es que usted pertenece al grupo de las 7 peores. ¿Conclusión?

Bueno, en la provincia hay 135 municipios. Chacabuco está en un grupo que «sobresale» por su estado calamitoso. ¿Y debemos creer que todo empezó de un día para el otro, después de las elecciones?

Sin propuestas

Pero otra cosa «rara» es que no haya propuestas de parte del intendente para solucionarlo. Por el momento solo se recortaron ingresos, se refinanciaron gastos corrientes y se cortaron horas extras. ¿Recortar y achicar es la propuesta?

Sobre ese tema criticó con dureza al sector del peronismo justicialista de Chacabuco, pero en cambio Aiola resaltó la figura del concejal Martín Carnaghi: «Hay concejales de la oposición como Martín Carnaghi, por ejemplo, que se ha acercado para ponerse a disposición para dar una mano para ayuda que ha sacado una publicación pedida llamando a un consenso entre todos para ayudar». Otra muestra de las roscas, canjes, conveniencias circunstanciales y mentiras de la política local (oficialista y opositora) que contamina los medios de comunicación.

Probablemente lo que Aiola dijo perjudique, o no, al concejal Carnaghi. Nunca lo saben los vecinos porque ni se enteran de las verdaderas intenciones con las que se publican algunos títulos y declaraciones.

Suspensión de los turnos en laboratorio

La semana pasada se suspendieron por todo un día los exámenes de laboratorio, una versión corroborada indicó que era por falta de reactivos o insumos, un problema que ya viene denunciándose.

La oposición lo llevó al Concejo, y luego los concejales concurrieron de sorpresa al Hospital. Sobre esto, el cronista que entrevistó a Aiola buscó precisiones, repreguntando sobre si las denuncias por faltantes de insumos eran ciertos. Contestó en la misma línea que lo había hecho el director del Hospital, Mariano Frassa, un «aquí está todo bien»: «En el hospital puede faltar algún elemento puntual, como siempre ha ocurrido, pero no faltan insumos para la atención«.

Sobre el cartel que suspendió los turnos, contestó: «El cartel, aparentemente, fue colocado por el jefe del servicio«. La culpa es de otro.

¿Persecución ideológica?

También se descartó que haya algún tipo de persecución a empleados que piensan políticamente de otra manera. «Persecución ideológica no hay de ningún tipo», contestó ante la pregunta.

Pero sí confirmó que podría haber sanciones «cuando al intendente se le atribuyen delitos o hay una falta de respeto grave, hay que poner límites». Esto ocurrió: un empleado podría ser despedido por insultar al intendente en Facebook. ¿Se puede hacer? Imagínese lo que sería.

«Plan sistemático de desprestigio»

Todas las irregularidades y los graves problemas que sufre la ciudad fueron explicados por Aiola con un chivo expiatorio: «el gobierno está siendo víctima de ese plan sistemático de desprestigio».

Esto es una idea reciclada: Aiola ya la puso en práctica cuando se descubrió en Chacabuco la más grande estafa al municipio de parte de una empresa. El caso Hidalgo’s Group. Por aquel entonces el municipio se negaba a reconocer que fuera cierto. El intendente convocó, en plena Fiesta del Maíz (que desde entonces no volvió a realizarse) a una conferencia en el Palacio Municipal donde estuvieron todos los funcionarios respaldándolo.

En ese discurso Aiola dijo dos frases que quedarán para la posteridad. «Vengo específicamente a denunciar un plan sistemático de descalificación a este gobierno» y «Sigan descalificándonos y van a ver lo que es Víctor Reinaldo Aiola».