Raquel Martínez, es la madre de María Fernanda, una nena de 11 años que vive en Malargüe, San Juan y tiene síndrome de Down. Ella explicó que su hija hace dos años concurre a catecismo, a la escuela Rufino Ortega y fue además durante tres meses a una catequista particular. Pero en la iglesia Nuestra Señora del Rosario no les pareció suficiente y no le permiten tomar la comunión.

La fecha de celebración de la comunión es el 8 de diciembre, pero desde la iglesia se comunicaron con Raquel y le dijeron: «Me llamó el padre Luis y me dijo que Fernanda no estaba con las condiciones necesarias para hacer la comunión«.

Desilusionada después de ese llamado, la madre confirmó que su hija tenía muchas ganas y estaba muy ilusionada por tomar la comunión: «No le quepa la menor duda que esto lo vamos a llevar hasta las últimas consecuencias. Porque nadie se burla de mi hija y menos ustedes curas insensibles, porquerías de personas. Después se quejan porque la sociedad los critica, pero si deberían echarlos de todos lados en donde pongan en su boca la palabra de Dios. Tendría tantas cosas para decir, pero por respeto me guardo todos los insultos que debería decirles. ¡Me dan asco!».

La iglesia emitió un comunicado desligándose de los hechos. La explicación que dieron es que, para ellos, la nena debe seguir con una catequista particular para seguir preparándose.

Luego del comunicado, Raquel Martínez siguió su desahogo por las redes sociales.