El domingo un barrio entero fue cercado por la policía después que los ladrones entraran y maniataran a un matrimonio en la calle San Lorenzo, donde se llevaron una importante suma. El lunes sucedió algo similar: una familia fue sorprendida cuando al ingresar a su vivienda se encontró con los maleantes en el interior y tras ser amenazada debió entregar una suma de 20 mil pesos.

En ambos casos parece que los movimientos fueron sumamente estudiados, ya que en el primer caso esperaron horas en que ya no había movimientos en el barrio ni en la vivienda, y en el segundo la modalidad usada fue una entradera. Mientras tanto se ha conocido (todo extraoficialmente) que otros ilícitos menores como arrebatos, robos casuales mediante aprietes, etc, son cosa de todos los días.

Sin embargo en los últimos días diferentes vecinos transmitieron a Chacabook que habían sufrido robos en automóviles: desde faltantes en los baúles, robo de documentación que se hallaba en el interior de los automóviles, pero sin embargo un caso de ayer llegó a su límite.

Al horario de salida nocturno de los institutos que funcionan en las instalaciones del colegio Nacional una propietaria de un automóvil se percató al llegar al mismo que estaba violentado en diferentes partes. No sólo habían sido aflojadas las llantas, sino que también lo fueron las puertas y el baúl. Se desconoce si estas denuncias llegaron a la comisaria local ya que los partes policiales son escasos.

Lo cierto es que la osadía de los ladrones es llamativa, parece que cada vez los maleantes se animan a más…