En la Fiesta Nacional del Maíz hubo lugar también para el cuidado del medio ambiente y la innovación tecnológica con el montaje de un stand destinado a exhibir el prototipo de auto eléctrico diseñado por Oscar Álvarez.

La Posta estuvo con Álvarez y parte de su equipo de trabajo donde realizamos una entrevista y mostraron el funcionamiento del prototipo.

Álvarez contó que la presencia en la fiesta fue posible gracias al Municipio de Chacabuco que ha mostrado interés en el proyecto.

Acerca del trabajo que se realiza con el prototipo contó que se lo está fabricando hace 3 años donde trabaja «un grupo muy lindo, un grupo de chicos jóvenes que están a la par nuestra y trabajando en lo que es desarrollo, presentación, homologación y todo eso, que no es fácil«.

Acerca de las dificultades que se encuentra para poder habilitar la circulación y venta del vehículo las atribuyó a que «estamos en un momento del país que no hay nada sobre autos eléctricos, somos los pioneros».

A nivel local, el Concejo Deliberante está trabajando al respecto y se espera que en el día de hoy se trate una ordenanza al respecto para que se permita la circulación del vehículo.

Pese a la constante información sobre la utilización de energías no contaminantes para el impulso de automóviles, en la actualidad no es demasiado difundido. «Si se presta atención, por ejemplo en Europa hay muy poco, hay unas ciudades que están avanzado, otras menos, pero digamos en Europa no está todavía a fondo. Nosotros siempre venimos un poco más rezagados. Esto surgió que con Francisco, mi hijo, nos pusimos un día a charlar ‘porqué no hacemos algo para lo que es la ecología y devolverle un poquito al medio ambiente un poco de todo lo que está gastando«. Y yo casi estaba llegando a los 50 años, entonces dijimos si no lo hacemos ahora, no lo hacemos más, vamos a poner una semilla, tenemos la virtud de poder hacerlo, de poder fabricarlo, entonces dijimos porqué no lo vamos a hacer», contó.

Cuando se pusieron a trabajar sobre el proyecto recordó Álvarez «arrancamos como un juguete, como un juego y ahora se da que podemos llegar a tener el día de mañana una fábrica de autos eléctricos en el parque industrial de Chacabuco y estamos muy contentos con eso y esperemos que se dé«.

Uno de los principales escollos es la homologación del prototipo, una dificultad que no sólo obedece a cuestiones culturales sino también a cuestiones técnicas: «primero no es fácil para el lado del gobierno homologar un producto de alguien que se le antojo hacer un auto y quiere salir a la calle y después no es fácil tampoco para el que lo desarrolla hacer una cosa interesante y buena, con capacidad«.

Sin embargo Álvarez tiene perspectivas positivas para el futuro, aunque no sea sencillo sortear algunas dificultades. Actualmente están trabajando en sacar los costos de producción para poder comercializarlo.

De cualquier manera, sus usuarios deberán comprender que supone una forma diferente de transportarse: «si lo analizás estamos contra todo lo que normalmente se ve en la ciudad: motos tirando ‘tiros’, circulación a alta velocidad, andar apurado. Todo lo contrario a lo que se está viendo en la ciudad: esto es para andar tranquilo. No te invita a acelerar, te invita a pasear y podés tener la misma performance que lo que tiene un auto de combustión interna en el cual podés hacer los mandados, podés andar en el pueblo. Podés andar una hora y media sin parar a 60 km de velocidad máxima, quiere decir que a 35 km podes andar un poco más de una hora y media. Así que la comercialización es cambiar la mentalidad de la gente».

El costo para recargar la batería es de $12, lo que calculan en 3/4 de litro de nafta. También significaría que pueden realizarse otros proyectos a raíz de su implementación: «surtidores eléctricos, que cuando vas al banco o vas a hacer algún mandado, te podés enchufar».

Otra de las características positivas es que el auto no necesita mantenimiento ya que «el motor eléctrico dura toda la vida, las baterías cada 5 – 6 años hay que cambiarlas, es el único mantenimiento que tiene y después lo que se va a cambiar del auto son las pastillas de freno y las cubiertas, pero en si el auto no va a necesitar ni cambiarle aceite de caja, ni diferencial, ni cambiarle el escape porque se pudrió, ni ningún otro elemento de movimiento».

De manera que el ahorro de combustible sumado al ahorro de mantenimiento supondría un recupero de la inversión: «eso es lo que hay que mirar y no hay que mirar lo que se pone cuando vos compras el auto, que es digamos lo más caro«.

Lo más caro del proyecto es precisamente el motor pues no hay ninguna fábrica en el país. Pero de darse la posibilidad de fabricarlo, incluso Álvarez ha pensado en que puedan fabricarse en nuestra ciudad: «hay un proyecto que tenemos a futuro en Chacabuco, de hacer los motores de auto eléctrico, porque tenemos convenio firmado con el CONICET y eso haría que teniendo el desarrollo del motor eléctrico lo podemos fabricar en cualquier lado«.

De darse esa posibilidad «pondríamos en marcha un montón de gente, ingenieros, técnicos, chicos que salgan de la universidad, podríamos elegir materias específicas para la fabricación de motores eléctrico, no solo que salgan técnicos electromecánicos si no que haya oficios nuevos».

En cuanto al costo sería similar a un auto 0 km, señaló ya que competir con grandes marcas es prácticamente imposible. «Nosotros no podemos competir, nosotros no somos terminal de autos, somos una empresa que estamos en Chacabuco, con ideas tecnológicas, con ideas nuevas de poder cambiar el mundo, de poder cambiar la cabeza de un montón de ciudadanos, de gente que se quiera sumar a nuestro proyecto«, contó.

Y agregó que hay áreas municipales como la Secretaría de Producción interesadas en adquirir algún modelo de este tipo, por lo que es de esperar que genere interés en aquellos que buscan innovar de la misma manera que aquellos que buscan restaurar autos antiguos que cuestan una fortuna.

«Mi ilusión sería que Chacabuco tenga 70-80 autos eléctricos y que nos volquemos al pueblo, que podamos lograr tener los autitos eléctricos circulando en Chacabuco, como hacen en otros países del mundo, por ejemplo en Holanda que es el que más avanzado esta en todo esto», finalizó Álvarez y pasó junto a Francisco, su hijo, a mostrar cómo funciona.