El domingo pasado, Margarita Romero entró dolorida a la guardia del Hospital Salvador Mazza, en la ciudad chaqueña de Villa Ángela. La mujer había sufrido un accidente de tránsito y tenía fracturas tanto en una pierna como en un hombro. Pero los médicos que la recibieron no contaban con los insumos necesarios para enyesarla.
En Villa Ángela, ciudad chaqueña ubicada al sudoeste de la provincia, la crisis sanitaria que afronta el Hospital Salvador Mazza también impacta en la escasez de profesionales traumatólogos para completar todos los turnos de atención.
Margarita Romero llegó a la guardia con una fractura en su pierna derecha y en el hombro producto de un accidente automovilístico. Los médicos que la atendieron lo hicieron rápidamente. Sin embargo, cuando la recibieron se percataron de que no contaban con los insumos necesarios para enyesarla, por lo que que debieron improvisar una férula con cartones y cinta de embalar.
La mujer debió soportar los dolores de las lesiones -con los pedazos de cartón en su cuerpo- hasta el día siguiente, cuando finalmente una ambulancia la pudo trasladar hasta la localidad de Roque Sáenz Peña.
El gobernador de la provincia del Chaco, Domingo Peppo, luego de que se diera a conocer el insólito suceso en el centro médico, pidió que los especialistas quirúrgicos sean sancionados «Ordené al ministro de Salud que se instruya de forma inmediata el sumario administrativo, con la medida preventiva de separación del cargo y suspensión de haberes de los tres médicos traumatólogos por los graves hechos ocurridos en el Hospital Salvador Mazza de Villa Ángela. Hasta tanto dure la sustanciación del sumario correspondiente y se aplique la máxima sanción que corresponda» escribió el pasado miércoles en su cuenta de Twwiter.
El periodista Daniel Ruiz, de Villa Ángela explicó que hace tres meses que el hospital se encuentra en esas condiciones; «Si sos víctima de un siniestro vial en nuestra ciudad, o en los alrededores, no vas a poder recibir atención traumatológica» expreso en un diálogo con TN.
Ruiz también contó que «otra mujer debió esperar 60 días en el mismo hospital para que alguien la atendiera en la sala o la derivara a otro centro de salud. Y otro hombre, que padecía diabetes, sufrió gangrena en uno de sus pies porque demoraron en revisarlo».