Como si los aumentos no fueron pocos, ahora los bonaerenses deberán pagar un aumento extra en la energía. La gobernadora María Eugenia Vidal autorizó una suba para compensar las pérdidas de las empresas por el desfasaje en el costo de la energía.

El gobierno nacional había intentado aplicar una decisión similar a finales del año pasado, pero debió dar marcha atrás por los reclamos y manifestaciones. Pero Vidal parece no ser de la misma opinión.

Según el texto del boletín oficial, se cobrará a través de un concepto llamado Incremento de Costos Tarifarios (ICT), para «recuperar en su facturación, además de las diferencias en la aplicación de los costos mayoristas de electricidad, las diferencias generadas en el costo propio de distribución».

Así las cosas, los usuarios deberán pagar el aumento del precio mayorista y la actualización de los costos de distribución. Es decir, las «pérdidas» de las empresas las pagan los ciudadanos. Pero cuando hay ganancias, no se benefician.

Sobre el primer punto el aumento será del 38%, que fue confirmado por Camessa y se cobrará en tres tramos 26% en febrero, 5% en mayo y otro 5% en agosto. Aunque es engañoso lo de los tramos ya que están calculados todos los intereses por ese tiempo.

En el otro punto, el aumento que dispone la provincia para resarcir a las empresas, será del 17% y además deberán pagarse los 6 meses no cobrados de este aumento.

En total, desde febrero, la energía eléctrica valdrá un 50% más, en promedio, aunque el cuadro tarifario podría verse alterado de acuerdo a las zonas.

El aumento ya sobrepasa lo estimado para todo 2019. Al mismo ritmo, se irá deteriorando el poder adquisitivo del salario y elevando la inflación.