El deterioro económico en nuestro país, nuestra provincia y nuestra ciudad parece cada vez más grande. En 2018 ninguna paritaria cerró por encima del cálculo inflacionario que ronó entre los 48 y 60 puntos porcentuales de acuerdo al ingreso de una familia. Desde 2015 la inflación para el 10% más pobre fue de 218%, mientras que para el 10% más rico fue de 168%. Es decir, que lo más ricos se ahorraron un año de inflación.
Pero este deterioro se nota fundamentalmente entre los trabajadores, y más aún entre aquellos que no ganan grandes sumas. En nuestra ciudad la crisis late en cada comercio y en cada empresa, pero desde el municipio no quieren reconocerla.
Para conocer el panorama de los empleados municipales, La Posta se comunicó con Ángel Olivetto, secretario de finanzas del Sindicato de Trabajadores Municipales, quien describió la situación alarmante que viven los empleados municipales y habló sobre el comienzo de negociaciones paritarias que tendrá lugar en los próximos días.
«Los trabajadores están pasando un mal momento»
Consultado sobre la situación de los trabajadores Olivetto respondió: «La situación de los trabajadores no escapa a nadie. Creo que la realidad está a la vista, no hay que ser mago para saber cómo están las cosas económicamente en la Argentina y por supuesto en Chacabuco. Los trabajadores municipales de Chacabuco, como todos los trabajadores municipales de la provincia de Buenos Aires estamos muy mal económicamente. Los trabajadores están pasando un mal momento».
En detalle comentó que «No es de ahora que no llegan a fin de mes, hace tiempo que no llegan a fin de mes. No llegan al diez de cada mes… vamos a decir las cosas como son. Ni siquiera podemos usar esa forma de decir que llegamos a mitad de mes, no llegamos».
Pero además, el representante de los trabajadores detalló cómo esa condición los lleva a endeudarse, otra característica de la crisis: a los únicos que les va bien son a los bancos y las instituciones financieras que incluso prestan dinero a quienes no son solventes.
«La Municipalidad está pagando el último día hábil y cuando van al cajero se encuentran con que tienen muy poca plata, y en muchos casos no tienen dinero en sus cajas de ahorro porque viven adelantados, solicitando adelanto de sueldos, solicitando que alguien le dé una mano, porque necesitan para comer«, explicó.
«Acá lo más doloroso de todo es que hace muchos años que no se ve lo que se está viendo, que la gente necesita para comer. Hace dos meses o tres la gente necesitaba para pagar los servicios y para comer, hay que ser claros. Pero los compañeros y compañeras sacaban créditos en los bancos o entidades para pagar la luz, el gas el cable. Acá en Rawson hay que pagar el agua. Hoy en día los trabajadores están mal, lamentablemente están de mal humor. ¿Por qué están de mal humor? Imaginate que no tener plata para comer es muy feo, es muy feo llegar a tu casa, mirar hacia la mesa y saber que están tus hijos. A los trabajadores les pasa que lamentablemente, no tienen para llevar ni carne picada. Hoy un kilo de carne está más de 300 pesos. Saquemos la cuenta en el día y en el mes lo que se te va… ¿Y el trabajador que tiene que alquilar, que paga 4, 5, 6 mil pesos de alquiler? ¿Cómo hace para vivir? ¿Y el que tiene que pagar la luz?», reflexionó Olivetto.
Asimismo sostuvo que en muchos casos los trabajadores municipales tienen más de un trabajo, una situación obligada ante la imposibilidad de completar sus ingresos para cubrir sus necesidades básicas. «Eso lo hablábamos con los funcionarios de turno, que muchos trabajadores no rinden y no pueden estar a la altura de las circunstancias en los horarios. En algunos casos lo entienden y en otros casos se nos complica para hacerles entender que no les alcanza la plata. Por más que le digan que tienen horas extras, hoy algunos comen gracias a eso», dijo.
Y explicó que desde el sindicato se intenta a veces dar una mano, pero los recursos son escasos, «y esa mano que intentamos dar nunca alcanza». Acerca de las causas, Olivetto fue taxativo: «Y te das cuenta lo que está pasando, si caminás las calles de Chacabuco, las de las localidades, cómo está el humor de la gente».