Asi lo estableció un informe realizado por la Universidad de Avellaneda con datos que registraron y analizaron desde el Observatorio de Políticas Públicas, quienes además desmienten el argumento oficial que sostiene que, la política de subsidios y tarifas bajas habría generado un derroche de energía que la nueva política habría de poner fin.

Desde el proceso de “sinceramiento tarifario” los niveles de consumo de la población en lo que respecta al agua, la luz y  el gas, prácticamente no se han visto afectados. Por eso el estudio asegura que “lejos de modificar el consumo energético de los hogares, los continuos tarifazos solo han erosionado el ingreso real disponible para la compra del resto de los bienes”.

En la relación entre las tarifas y el sueldo más bajo actualmente nuestro país se encuentra segundo en Latinoamérica, solo superado por Venezuela. Desde 2015 la incidencia de los costos de luz, gas, agua y transporte subió un 20%. Se trata del proceso de actualización de tarifas más abrupto en la historia del país que apunta a dejar atrás la política de subsidios originada en la mega devaluación del año 2002 que buscó contener el impacto de la misma sobre los ingresos de la población sin afectar, al mismo tiempo, las ganancias empresarias.

Esta política de actualización tarifaría de los costos según la divisa norteamericana, representa las ganancias empresariales en dólares, y muestra que la rentabilidad de las empresas energéticas se ha incrementado en forma exponencial.

Los incrementos de precios se vieron reflejados de manera mas profunda desde la asunción del Gobierno de Cambiemos en el 2015 alcanzando un promedio de 3.624% para el caso del servicio eléctrico.

Las subas acumuladas desde esa fecha alcanzan un 2.401% para el gas natural y 1.025% para el agua corriente. En el rubro transportes, los peajes (sector en el que opera la familia presidencial) acumulan una suba del 1.118% mientras que el pasaje de tren subió un 601% y el de colectivo un 494%.

Otro rubro resulto brutalmente afectado por el ajuste y la megadevaluación es el de Vivienda que forma parte del Indice de Precios al Consumidor (IPC) e incluye un fuerte componente de las tarifas de los servicios públicos regulados por el Estado Nacional, el cual se incrementó 45% por encima que el promedio de la inflación.

Durante las fiestas el gobierno decidió conceder un nuevo aumento de tarifas a las operadoras de servicios públicos. En el año 2015, las tarifas implicaban apenas un 6,1% de ese ingreso hoy las ya representan un 26% del salario mínimo. Mientras que para el salario promedio de enero actual la relación llega hasta un 7,1%, cuando en el 2015 peso de las tarifas representaba un 2,1% .

Las subas acumuladas desde esa fecha hasta la actualidad alcanzan un 2.401% para el gas natural y 1.025% para el agua corriente. Mientras que en el rubro transportes, los peajes (sector en el que opera la familia presidencial) acumulan una suba del 1.118% mientras que el pasaje de tren subió un 601% y el de colectivo un 494%.