La crisis económica está llevando otra vez a la asfixia de los trabajadores, pero también a la asfixia de las empresas y comercios. Y en nuestra ciudad se nota sobremanera.
Ya el gerente de la Cámara de Comercio había dicho que con respecto a la canasta escolar, no importaba el aumento, pues «se torna prácticamente inalcanzable». En nuestra ciudad se calcula entorno a un 50% más cara que en marzo de 2018.
Según una publicación del diario De Hoy, que la cámara de Comercio confirmó a La Posta, el cálculo de locales comerciales cerrados en nuestra ciudad ronda las cien unidades. Sin embargo, ello no fue advertido en los registros de la Dirección de Habilitaciones según una entrevista que dio a Somos Noticias a principios de febrero el director del área, Omar Ciminelli.
Según informó, en lo que va de este año se contabilizaron, más o menos, las mismas bajas y altas que el año pasado, aunque no precisó las cifras. Sobre los primeros dos meses del año, dijo que se contabilizaron 26 nuevas altas y 23 bajas.
Lejos de parecer erróneo, la información obedece a la proliferación de pequeños emprendimientos de quienes se encuentran desempleados, o buscan tener un ingreso extra en la familia además de su trabajo.
Consultado por el periodista de Cablevisión, dijo que «La mayoría son venta de ropa y comestibles, comercios grandes son muy pocos los que abren». Más emprendedores y menos empleo formal.
El panorama que algunos empresarios locales avizoraron en diciembre, cuando se pensaba que para este año repunte la actividad, ya es nuevamente negativo. Para diciembre de 2018 la Cámara de Comercio había estimado en un 40% la caída del consumo en Chacabuco.
La Posta consultó a negocios de variados rubros, cada uno de los cuales tiene problemas específicos, pero todos derivados de un problema general macroeconómico: la inflación, la volatilidad del dólar, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y tarifas impagables.
Sobre los orígenes de la actual situación, una buena parte coincidió en atribuirlo al actual gobierno, mientras que otros señalaron que debe profundizarse el sistema económico reduciendo la tributación a las empresas y la intervención del Estado como salida a la crisis. Un tercer grupo coincide en que es un problema recurrente de la Argentina y que no es privativo de este gobierno.
Una de las principales incógnitas que todos los empresarios nombraron es qué pasará cuando llegue la temporada invernal que significa un aumento de los costos a todas las familias por mayor uso del gas, la necesidad de abrigarse, el inicio del ciclo escolar, una disminución general de los hábitos de consumo y la necesidad de hacer frente a los nuevos aumentos de tarifas.
Acerca de la tributación y los controles, todos coinciden en cómo cobran dentro de la economía de la empresa cada vez más importancia, sobre todo cuando más pequeña es la unidad de negocios.
Kioscos
Los kioscos son unos de los más golpeados por la crisis, pero también son la primer alternativa que piensa cualquiera que busca hacer una pequeña inversión. Es así que los cierres de estos negocios se vio también sucedido por la apertura de otros.
Según los dueños, el principal problema del rubro es la reposición. Quieren decir con ello que, ante el constante aumento de precios en los productos, se ven obligados a reinvertir las ganancias para poder mantener el stock.
Los mismos productos tienen enormes variaciones de un mes a otro, de manera que reponerlo cuesta más caro y el dinero sale de las ganancias del dueño.
Otra de las problemáticas es la energía eléctrica que se usa principalmente en las heladeras comerciales. Otro gasto que achica las ganancias. Cuanto más pequeño el emprendimiento más amenazante parece una posible ruina.
Electrónicos
En este rubro el principal problema es la variación del dólar y la venta de acuerdo a ese valor. Es uno de los rubros donde más se notó el impacto de la caída del consumo. Ya nadie realiza una compra para reemplazar un aparato que se rompió. En general se intenta arreglarlo.
Otro punto de este esquema es la falta de entrega de los importadores por la fuerte especulación con el dólar.
Calzado e indumentaria
Como en casi todos los rubros, el mayor segmento de la población abandona las primeras marcas. Deben trabajar con stock menores por la caída del consumo y dedicar sus esfuerzos para lograr las mejores ofertas, que tampoco aseguran nada.
El verano, que suele ser el fuerte de estos emprendimientos, fue flojo, más que nada para los locales que se ubican en el centro de la ciudad.
Alimentos
Este rubro comparte la situación con los kioscos, complicados por cada nueva reposición. pero con una característica particular: a diferencia de los kioscos, venden artículos de primera necesidad que difícilmente la gente pueda dejar de comprar.
Resaltan que la gente ya no realiza grandes compras, y prefiere pensar en lo que comerá en el día. Aquí también se observa el traslado a marcas más económicas.
También a este rubro lo impactó fuertemente el aumento de tarifas, pero la gente no deja de comer. Los almacenes barriales son los más golpeados. El fiado, explican, lo manejan a pocos días, porque saben que puede tornarse incobrable.
Metalúrgicas
Son varias las metalúrgicas de la ciudad, y es la actividad económica que más ha caído en el país. En principio por los altos valores de las materias, contabilizadas en dólares, que en épocas de sobresaltos obligan prácticamente a parar la producción para readecuar precios.
Aquí también trae problemas la reposición de las materias primas.
Construcción
El rubro más golpeado de todos, Tanto para los corralones de materiales que experimentan problemas para el cobro de grandes cuentas adeudadas y una baja general del consumo, como para los contratistas que ya no tienen el caudal de obras que en 2016.
En un caso, de 6 empleados que un contratista tenía en 2016, hoy trabaja con un sólo acompañante. De los 26 días por mes que trabajan en aquel año, hoy apenas trabaja 18.
Así, relataron, pasaron de grandes obras (casas completas, departamentos para alquiler, reformas) a obras de mantenimiento básico. Otra característica de la economía actual: gastar lo justo y necesario (muy necesario).
Comidas
Entre los negocios de comidas de la ciudad, parece que el principal problema ronda en torno a la capacidad de consumo. Los primeros días del mes funcionan bien y reciben buena cantidad de clientes. A medida que se acerca el fin de mes va mermando.
Otra característica es que es muy difícil sostener la actividad más allá del fin de semana. Ya los domingos son un día complicado para convocar clientes, más aún los días de semana.
Según el testimonio que recogió La Posta, el movimiento económico no deja márgenes. Cobrar más es enfrentarse a la posibilidad de un menor consumo, cobrar menos podría dar lugar a pérdidas. Compleja situación.