Claudio Jonas vuelve al ruedo con una reflexión sobre los prejuicios que rondan a la educación escolar en un momento en que desde diferentes espacios se cuestiona tanto el quehacer docente como el éxito del modelo educativo.
Visitá todas las notas de la sección de psicología haciendo click acá.
«¿Es posible modificar los prejuicios en torno a la educación?”
Por Claudio Jonas*
«…una educación que tienda a preparar
para la vida no consiste en reemplazar
los esfuerzos espontáneos por las tareas
obligatorias» Piaget, 1965
![](https://lapostachacabuco.com/wp-content/uploads/2020/09/Publicidad-La-Posta.png)
Qué bueno que el comienzo del año lectivo nos encuentre –nuevamente- recopilando opiniones y propuestas para mejorar o revertir lo que las desalentadoras evaluaciones cuali-cuantitativas revelan año tras año. Sin lugar a dudas ésta disposición merece rescatarse como promisoria, especialmente si se la compara con aquellas otras que miran el deterioro social como un mero efecto climático.
Pero el entusiasmo se torna en desánimo cuando volvemos a encontrarnos con viejas e infundadas antinomias que ponen a todo el sistema educativo en un callejón sin salida; y, finalmente, empezamos a bordear el desquicio cuando las recetas parecen dirigidas a apagar un incendio con nafta.
![](https://lapostachacabuco.com/wp-content/uploads/2020/03/Matias-sassoni-LP.jpg)
¿Cuál es el mecanismo psicológico que estimularía la recuperación de la cultura del esfuerzo sin tomar en cuenta las necesidades e intereses, mediatos e inmediatos, del conjunto del alumnado? ¿O habrá quienes confunden cultura del esfuerzo con la recluta para algún servicio obligatorio al Estado?
¿Cómo se piensa en revertir la deserción con mayor exigencia? ¿Existe alguna investigación seria de la cual se desprenda que un gran porcentaje de los alumnos que dejan el sistema escolar lo hace porque el nivel de exigencia está por debajo de sus expectativas?
![](https://lapostachacabuco.com/wp-content/uploads/2019/12/Brusco-Caticha-LP-nuevo-formato.png)
¿Merece tomarse en cuenta la idea de alargar la obligatoriedad de la enseñanza, o los días de clase anuales, para elevar el nivel de los educandos? ¿O todavía hay quienes creen que el nivel es proporcional a la cantidad de información acumulada (aún suponiendo que ésta es escasa por falta de tiempo)?
¿La supuesta oposición entre educación o asistencialismo no merece zanjarse a posteriori de un serio y profundo debate? ¿O será dirimido como otras tantas falsas opciones, ignorando porqué se las presenta como si ambas se excluyeran de manera irreconciliable?
¿Y la ya famosa recuperación de valores- entre los cuales nunca deja de mencionarse a la inefable solidaridad- podrá siquiera insinuarse, mientras nos dedicamos al estudio de los temas que el programa nos indica, sentados al lado de un compañero/a que se desmaya de hambre o, mirando por la ventana del aula a otro/a al que no lo dejaron entrar porque trajo las zapatillas sucias y rotas?
¿No es más lógico pensar –y de hecho existen innumerables experiencias que lo avalan- que toda la comunidad educativa se merece un replanteo a partir del cual: se recupere a la escuela, a los docentes y al conocimiento como herramientas privilegiadas para la comprensión y posible solución de los problemas que la vida les presenta a cada uno de los grupos etarios de esa comunidad? Que con un poco de imaginación y sin demasiados recursos materiales la escuela se convierta en un lugar de encuentro, por el intercambio de ideas que allí dentro se generan, por el buen humor y el respeto por las diferencias que en su interior se promueve; donde, además, como en un espacio ejemplar las causas que dificultan, interfieren o impiden el proceso de enseñanza aprendizaje son motivo de investigación antes que de castigo o expulsión.
![](https://lapostachacabuco.com/wp-content/uploads/2020/09/Publicidad-La-Posta.png)
Si no somos capaces de asumir este desafío tendremos que darle la razón a Einstein cuando afirmaba que es más fácil fisionar el átomo que modificar un prejuicio.
*Claudio Jonas es médico psicoanalista y asesor pedagógico. Es ex-docente universitario de grado y postgrado en Medicina (UBA), Psicología (UBA y UCES). Es autor, entre otros, de “Hay limites que matan”. Ha publicado números artículos en medios gráficos, televisivos y radiales, entre los que se destaca sus colaboraciones para Página12. Como asesor pedagógico intervino en instituciones de salud mental y en más de 50 escuelas públicas y privadas.