El juez Carzoglio denunció presiones del gobierno nacional. El magistrado sostuvo que dos miembros «de la alta jerarquía de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI)» lo visitaron y se contactaron con por intermedio de un empleado en su despacho, al que «un fiscal de Lanús» para comunicarle que «el presidente Mauricio Macri estaba interesado» en la causa que investiga al dirigente camionero Pablo Moyano y que había «una obsesión» particular al respecto: «Detenerlo».

La causa que cayó en sus manos investiga al dirigente como posible miembro de una asociación ilícita con barras del club Independiente, del cual él es vicepresidente, que recaudaba dinero por reventa de entradas y otros supuestos delitos.

Según su relato, cuando los agentes le sugirieron que Moyano «vaya preso», les contestó, «Para resolver, tengo que tener la orden de detención; y en función de lo que esta diga y de las pruebas en que se base, voy a resolver».

Luego, «ellos me preguntaron qué era lo que yo quería» y contó que lo que él pidió fue «hablar con el Presidente pero no de la Justicia, sino del país».

El magistrado, que hace un mes atrás rechazó un pedido de detención contra el dirigente gremial y luego de esto denunció «presiones» por parte de la Procuración provincial a cargo de Julio Conte Grand, en convivencia con grupos de medios de comunicación sostuvo que presentó elementos de este hecho a la Procuración provincial, pero añadió que ante la falta de acción de ese organismo presentará el próximo martes una denuncia «para que se investigue una posible comisión de delito». «Si me quedo callado, siguen actuando y me pasan por encima”, afirmó.

Carzoglio agregó que por el momento se reservará los nombres de los miembros de la AFI que lo visitaron y aseguró que sabe fehacientemente que son «reconocidos funcionarios» de esa agencia.

Durante una entrevista radial, el magistrado comentó que ofreció «nombres, celulares, testigos y documentación» del hecho a la Procuración provincial, pero lamentó que hasta ahora no se tomaron medidas al respecto. También dijo que tenía guardados mensajes por Whatsapp de los agentes pero «extrañamente» me robaron el celular el 6 noviembre pasado. Ante la inacción del jefe de los fiscales provinciales, Carzoglio anticipó que el próximo martes presentará una denuncia formal ante la Justicia.