La policía de la ciudad de Buenos Aires detuvo a dos jóvenes en la puerta de un comedor en el Barrio de la Boca. Según se informó más de cuarenta efectivos persiguieron a los jóvenes acusados de robar un paquete de galletitas en un comercio de la zona.

Supuestamente, uno de ellos había robado las galletitas, hecho que fue denunciado por la propietaria del comercio. Sin embargo, la polémica se desató por el accionar violento de la policía, desmedido en relación al hecho que se les atribuía a los jóvenes, e incluso casi incomprobable, ya que la comerciante tampoco pudo asegurar la veracidad del hecho.

El otro joven que fue detenido se había acercado para ayudar al presunto autor del robo, cuando un oficial lo agarró del cuello y lo esposó.

Una de las integrantes de la organización que lleva adelante el comedor relató los hechos diciendo que el joven había ingresado al supermercado chino pidiendo un paquete de galletitas, pero la comerciante se negó. Al verlo luego sentado en la puerta comiendo las galletitas la dueña fue y radicó la denuncia.

“El chico se acercó hasta la puerta del comedor, donde la policía se lo llevó por la fuerza, de forma violenta, e intimidó al resto de los chicos que estaban en el merendero”, manifestó. “A otro chico que se acercó para ayudarlo, lo agarraron del cuello y se lo llevaron entre varios, por suerte pudimos filmar todo lo que pasó”, narró. Sobre todo lo sucedido, López explicó que “solamente se había robado un paquete de galletitas para comer. Todo el maltrato que vivió fue terrible e innecesario”.

“Me subí al auto y me dirigí hasta la comisaría donde le pedí explicaciones a los oficiales que se llevaron a los chicos esposados y sin la presencia de un mayor”, aseguró. “Estuvimos acompañados por el abogado de la organización, desde que se inició todo, hasta que los chicos fueron liberados”, dijo. “Tardaron varias horas en liberar a uno de ellos. Esas cosas no pueden pasar”, expresó la referente.

La Policía de la Ciudad viene siendo duramente cuestionada en este tipo de accionar y no es la primera denuncia pública que se conoce.

María del Carmen Verdú, integrante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) señaló que “Estos episodios no son aislados, son crecientes”, aseveró. La abogada sostuvo que “cada vez son más frecuentes y cuentan con mayor legitimación normativo, a través del poder legislativo, y judicial, que cada vez hay más tipo de avales para este tipo de situaciones”.

Hechos como estos suceden porque “cuando se incrementa de manera tan brutal el conjunto de herramientas que tiene que ver con el control territorial y social, es por una necesidad del gobierno de turno de sostener ese disciplinamiento profundo, a partir de la conciencia de que las medidas que está tomando en otros ámbitos generan descontento”.