La reunión que mantuvieron hoy los gremios de los trabajadores municipales de Chacabuco con el ejecutivo municipal terminó de manera abrupta cuando representantes gremiales se retiraron al considerar que se les faltó el respeto y se profirieron amenazas en el marco de la negociación. Esto terminó con una protesta frente al palacio municipal.
El intendente Aiola no estuvo presente y el detonante de la reunión fue que los funcionarios que representaron al municipio se negaron a realizar ofertas superadoras al 5% de aumento ofrecido en la última reunión. A raíz de esto la Asociación Trabajadores del Estado se retiró de la negociación. Y luego lo hizo el Sindicato de Trabajadores Municipales.
En el medio el secretario de gobierno Alejo Pérez amenazó a los gremios con realizar un aumento por decreto, lo que significaría invalidar la negociación unilateralmente, algo que no está previsto en las paritarias.
En dialogo con La Posta, Ángel Olivetto, del STM señaló que «la gente se cansó de la burla y el atropello a los trabajadores, que nos conteste un funcionario que si siguen jodiendo les hago un decreto y ya está».
«En el palacio municipal es donde corresponde que se deben dar las discusiones», dijo sobre la negativa del intendente a recibirlos y el cambio permanente de la ubicación de las reuniones. «No sabemos porqué no viene a sentarse a discutir con nosotros», agregó.
«Cuando nos citen a discutir en el palacio municipal ingresaremos», sostuvo.
Por su parte, Horacio Calarco, secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado, cuestionó las reuniones: «¿Para qué estamos las organizaciones gremiales? ¿Para ir a unas reuniones donde nos ningunean unos chicos jóvenes?».
Además consideró qué pasará con los sueldos con las nuevas definiciones que anunciará el gobierno sobre la suba el salario mínimo, eso cambiará la situación y hará que cualquier acuerdo deba ser reformulado.
Por último sostuvo que «no podemos ir a discutir con chicos que siguen el mandato que Aiola les marca, que ningunean, mienten, falsean la realidad como en un juego perverso, generar una situación con personas que dependen de lo que nosotros estamos discutiendo para ver si llegan o no a fin de mes y con un intendente que cree que tenemos el mejor salario de la provincia».
«Hoy las condiciones son otras», dijo Calarco y aclaró que al intendente Aiola «no le interesa en lo más mínimo los derechos de los trabajadores».
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