En la jornada del miércoles hubo concentraciones de diversas organizaciones sociales en más de 50 puntos del país para exigir al gobierno la creación de un salario básico universal. Este salario es una propuesta que busca complementar los ingresos de trabajadores informales y no registrados frente a un contexto de permanente deterioro social producto de la inflación. De esta forma se aseguraría que no haya personas en condición de indigencia en el país.

Participaron de las manifestaciones el Movimiento de Trabajadores Excluidos, el Frente Popular Darío Santillán, Nuestramérica, La Poderosa y el Partido Piquetero. También la CTA Autónoma, que conduce el dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado Hugo Godoy.

El epicentro de las movilizaciones estuvo en la capital federal donde entre otros oradores participó Juan Grabois quien realizó fuertes críticas al presidente Alberto Fernández: «Es obvio que esto no da para más«.» Es matemática hermano, queremos que haya menos pobreza, no más». «Y si no te gusta el salario universal, inventá otra cosa, traé una propuesta mejor, no nos salgas a decir que hay que calmar a los mercados» dijo Grabios quien aseguró que «hay algunos gauchos y gauchas acá que estamos dispuestos a dejar nuestra sangre en las calles para que no siga habiendo este hambre en la argentina».

Esas palabras fueron recibidas con sorpresa por muchos comunicadores, al parecer desprevenidos de la situación económica que vive la mayoría de la sociedad frente a un gobierno que amaga pero no parece tomar el rumbo de resolver estos problemas.

En la provincia de Buenos Aires hubo concentraciones y manifestaciones en Mercedes, Lincoln, Chivilcoy, Junín y Vedia. En Junín la convocatoria fue en la intersección de rutas 7 y 65. En Chivilcoy fue sobre Ruta Nacional 5.

El proyecto de Salario Básico Universal fue presentado en el congreso por los diputados del Frente Patria Grande que integran el Frente de Todos. El proyecto recibió el apoyo de algunos referentes de La Cámpora como Andrés Larroque y fue a principios de julio cuando Cristina Fernández también lo respaldó: «creo que tenemos que empezar a discutir la necesidad de un ingreso universal básico«.

En la actualidad el proyecto y la propuesta se siguen negociando entre diversos sectores, pero todos coinciden en que no hay una voluntad unánime en el gobierno.