La noticia de ayer en medio del clima de confusión que reina en Bolivia fue que la senadora Jeanine Añez se autoproclamó presidenta provisional sin el consenso de la Asamblea.
Mientras tanto Evo Morales, el presidente legítimo que fue depuesto por el golpe de Estado que encabezaron Luis Fernando Camacho y el expresidente Carlos Mesa, ya recibió asilo en México.
Una de las primeras medidas de los golpistas que se alinean detrás de Añez fue levantar el paro cívico que realizaba la policía, y los médicos de los servicios de salud. No obstante, el clima continúa tenso.
La movilizaciones siguen produciéndose y la presencia de las fuerzas militares en las zonas calientes de Bolivia aporta imágenes de una fuerte militarización.
En tanto que ayer estaba convocada una sesión del Senado que debía proponer un gobierno de transición. Para ello, el sector que impulsa el golpe de Estado propuso a la senadora Añez,
Pero la sesión no tuvo el quórum necesario, ya que las cámaras están dominadas por representates del MAS, el partido de Evo Morales. Ante la falta de quórum (condición para que una sesión avance) el proceso no fue detenido y sin hacer cosnideraciones se dio un paso más en la ilegalidad, ya que al no tener apoyo parlamentario, la sesión terminó siendo casi un montaje en el que Añez se autoproclamó presidenta provisional.
Por la tarde de hoy se espera que la Asamblea Nacional de Bolivia, también dominada por los representantes del MAS se convoque a sesión y se intente desconocer a Añez como presidenta legítima.
Mientras esto sucedía en el centro de La Paz la policía y el ejército reprimieron a los manifestantes en las calles blindando a los nuevos gobernantes que, queda claro, se imponen por la fuerza de las armas.
La movilización de miembros de la comunidad aimara llegó a La Paz ayer martes precisamente, luego de una amplia movilización en El Alto el día lunes.
Otro aspecto de la crisis política es el desabastecimiento de gasolina y víveres, producto que los comercios están en su mayoría cerrados. Nada de esto, claro, se ve a través de los medios de Bolivia que en su mayoría acompañan al golpe de Estado.
Mientras tanto feeraciones de sindicatos y coordinadoras políticas preparan intensas movilizaciones desde el jueves y podrían bloquear todos los accesos a la ciudad de La Paz, centro del poder de los golpistas.
Por último, es preocupante la escasez de información sobre lo que sucede en diversas zonas del vecino país. Hay denuncias de muertos, heridos, sabotajes, incendios, secuestros y detenciones ilegales. Las cifras no están establecidas, pero todo indica que desde la jornada del lunes ya se contabilizaron 8 muertos a manos de la represión del ejército.
Evo Morales desde México llamó a la lucha pacífica y prometió resistir hasta el último día. Mientras tanto cuando Añez juró lo hizo con la Biblia en la mano y al grito de «Sí se pudo».