En enero de 2017, un año después de asumir, el gobierno del intendente Víctor Aiola, anunciaba 272 viviendas que iban a construirse en Chacabuco. Ya se va camino a los 5 años del anuncio y el intendente no ha podido concluir ninguna vivienda, excepto su residencia privada.

Hoy están totalmente detenidas, a menos de medio terminar y no hay precisiones de lo que sucederá. Son los propios adjudicatarios los que se terminan las viviendas. De una manera lamentable, las 272 viviendas se redujeron a 132 y cuya construcción fue inaugurada con bombos y platillos.

Las razones de este fracaso son muchas, pero principalmente tienen que ver con el mal manejo del proyecto frente a una elevada inflación y devaluación que caracterizó al gobierno de Mauricio Macri, el de María Eugenia Vidal en la provincia y al de Víctor Aiola en Chacabuco.

Una situación similar atravesó el proyecto de la tercera ala de internación que tuvo mil problemas durante la construcción y que luego de estar detenida un largo tiempo solo se pudo terminar con dinero provenientes de las donaciones que los vecinos hicieron a la Fundación del Hospital municipal cuando comenzó la pandemia.

Historia

Las viviendas se realizaron en el marco del plan “Chacabuco para todos” que comenzó en el segundo mandato del exintendente Darío Golía y continuó en la gestión del exintendente Mauricio Barrientos. Básicamente el municipio adquiría quintas y luego procedía a la adjudicación de lotes.

En mayo de 2017 se informó sobre el sistema constructivo que iba a emplearse para las 272 viviendas financiadas en el marco del programa “Techo Digno”. Se trataba de un sistema de paneles que combinaba tergopol y mallas de hierro.

Esta condición hizo que en la licitación no se presentara ninguna empresa, por falta de experiencia con el método constructivo. Solo después del fracaso de la licitación las viviendas fueron ofrecidas a la Cooperativa Eléctrica de Chacabuco, que rechazó la oferta para construirlas con un método tradicional.

No se supo más, el tiempo pasó y las devaluaciones hacían que una tras otra las viviendas se vayan perdiendo. En septiembre de 2019 el presupuesto alcanzaba para la construcción de 132 unidades habitacionales, 140 menos que el plan original. Esta situación ya había sido advertida por el concejal Martín Carnaghi al señalar que «si no se logra la readecuación se perdieron 100».

Otro hecho que envolvió a estas viviendas fue el pago de un trabajo que nunca se hizo, y que denunció el entonces concejal Hugo Moro. El municipio había contratado a una empresa llamada La Fortaleza, que debía realizar tareas de nivelación y alteo. La empresa cobró los 5 millones y nunca realizó los trabajos. En la misma época se produjo el escandalo de las luces led de Hidalgo’s Group: pago de sobreprecios en luminarias, adjudicación irregular de un lote a una empresa que no existía pero prometía radicarse en el parque industrial.

En octubre de 2019, el intendente Victor Aiola inauguró el comienzo de la construcción de 32 viviendas el mismo día que la exgobernadora Vidal visitó Chacabuco, a poco menos de un mes de las elecciones generales que Macri y Vidal perdieron, las mismas que el intendente Aiola ganó beneficiándose con el corte de boleta.

El total de viviendas fue dividido en tres grupos. El grupo 1 está compuesto por 57 viviendas, el grupo 2 por 43 y el tercer grupo por 32. Tras las correspondientes licitaciones, las construcciones quedaron a cargo de tres empresas locales.

En ese entonces se anunció que el tiempo de construcción se extendería por 18 meses. Ya pasaron más de 22 y siguen sin concretarse. ¿Por qué será?

El déficit Habitacional

Chacabuco no tiene un programa de acceso a la vivienda propia, en sintonía con otros municipios gobernados por Cambiemos. ¿Por qué? Una opinión es que de esa forma buscan favorecer al sector privado y el desarrollo de grandes proyectos inmobiliarios.

La falta de vivienda para muchos hogares (o déficit habitacional) no hizo otra cosa que aumentar durante el gobierno de Aiola. En octubre de 2019 el secretario de Obras Públicas Omar Echevarría dijo: «hay un déficit importante, uno lo puede palpar porque la propia gente que necesita una vivienda propia a veces viene acá a Obras Públicas a preguntar si hay algún plan de viviendas nuevo que pueda salir«.

La falta de vivienda propia supone que más familias necesiten alquilar o esforzarse para comprar en cuotas un lote. Tanto las ventas como los alquileres subieron muy fuerte. Al mismo ritmo se construyen nuevos edificios en cualquier punto de la ciudad.