Según se conoció la petrolera estatal cambiará completamente el esquema de comercialización, cambios que ya están preparándose y que llevarían a un sistema de precio diferente al actual, pasando a comportarse como una carnicería o negocio de barrio.

«Vamos hacia una estrategia nueva. Los precios serán diferentes según la plaza, el momento de ventas, la disponibilidad de combustible, la oferta y demanda. Nada que ver con lo que se ve ahora», explican en YPF.

Así operan otras áreas del consumo masivo como algunas cadenas de supermercados o las mismas carnicerías, que establecen el precio del corte según el barrio y la disponibilidad.

En el ministerio de Energía también están ansiosos por ver más competencia en los surtidores, dicen. Especulan que la puja por los clientes empujará a los precios a la baja más que el actual comportamiento del mercado.

Sin embargo, el sistema ya recibe críticas por cómo impactará en los precios, pues algunos indican que la previsión que realizan podría no cumplirse y llevar a una inestabilidad del precio, al punto que el consumidor no sepa el valor hasta llegar a la estación de servicio.