Eduardo Laudadio de 59 años: así fue identificado el turista oriundo de la ciudad de Neuquén que falleció ahogado luego de ser arrastrado unos 500 metros por la correntada del río Azul que ingresa al lago Puelo. En tanto, su hijo Javier Ignacio Laudadio de 28 años, alcanzó a ser rescatado por socorristas de la Prefectura Naval Argentina y del Parque Nacional, mientras que José Gabriel Laudadio de 19 años, pudo salir a la orilla por sus propios medios.
Un informe de la policía chubutense detalla que «a las 15.30 del sábado, los tres turistas intentan cruzar el delta del río Azul (que aún se encuentra con mucho caudal) y en un momento de la travesía el menor es arrastrado por la corriente. Al ver la situación, el padre se tira al agua para salvarlo, pero es también arrastrado».
José Gabriel logró nadar y alcanzar la costa, pero al observar Javier Ignacio que su padre ya estaba dentro del lago y sin posibilidad de salir, se arrojó para tratar de ayudarlo.
«Ambos son arrastrados aproximadamente 500 metros dentro del lago», detalla el parte oficial. En ese marco, y ante la falta de guardavidas en el sector, otros veraneantes piden auxilio a los funcionarios ubicados en el muelle principal del Parque Nacional Lago Puelo que se encuentra a distante unos 500 metros, desde donde parte una lancha preparada para salvatajes.
«Interviene Prefectura y personal del Parque Nacional, quienes logran rescatar a ambas personas. Les practican RCP, logrando salvar la vida de Javier. Eduardo es trasladado en ambulancia al hospital local, donde se le vuelve practicar RCP y se le realizan otras maniobras de resucitación, pero muere en el nosocomio«, confirmaron.
Más tarde, el médico interviniente certificó que el deceso se produjo «tras paro cardiorespiratorio por asfixia por inmersión».
El cuerpo de la víctima fue entregado a los familiares durante la misma jornada del sábado, con intervención del fiscal Oscar Oro.