Ahora es el propio Jorge Macri el que se metió en la cuestión y, tras que desde el radicalismo pidieran interna para elegir al presidente, propuso definir todos los cargos con internas. Pese a que dejó en claro su postura respecto de las PASO, sobre las que dijo que son una fiesta carísima que los argentinos no podemos permitirnos. Y agregó que sería bueno eliminarlas y dirimir las candidaturas sin obligar a todo el país a votar una vez más.
El pedido del radicalismo corresponde a la poca injerencia de la UCR en las decisiones políticas del gobierno de Cambiemos. Además de la falta de funcionarios en espacios de gestión.
La posibilidad de que la gobernadora María Eugenia Vidal deje de tener al radical Daniel Salvador como acompañante de fórmula provocó el reclamo de intendentes de la UCR. La victoria en las internas del candidato radical a la gobernación pampeana, Daniel Kroneberger, sobre el candidato macrista, Carlos Mac Allister, aumentó estas tensiones y encendió algunas alarmas en el PRO.
Otra voz del PRO se sumó a la discusión. «La gran mayoría de Cambiemos reconocemos al Presidente Mauricio Macri como el conductor de este espacio», sentenció Patricia Bullrich.
En la hipotética interna presidencial, la UCR planea que Martín Lousteau le dispute el lugar a Mauricio Macri, a quien los números no le ayudan.
En el gobierno discuten si concederla o no y en caso de hacerlo, en que condiciones. A su vez, dentro de la UCR hay dos sectores, uno que plantea la disputa dentro de la Alianza y otro que directamente propone salir con una fórmula alternativa. El temor de Macri, especulan los analistas, es que si no concede esa interna, en la UCR gane el sector rupturista.