Los operativos desarrollados el fin de semana por miembros del Grupo de Prevención Motorizada (GPM) pusieron en el centro de la discusión si el despliegue mostrado estaba acorde con las necesidades de Chacabuco o si por el contrario «se les fue un poco la mano».
De negro, encapuchados algunos, vistosos, armas largas tipo «itaka», motos que llevaban a un acompañante esgrimiendo las armas mientras patrullaban la ciudad y los operativos en pleno centro… Todo ello era una imagen a la que Chacabuco no estaba acostumbrado, por lo que los diversos comentarios a favor y en contra eran de esperarse. Lo que fue seguro es que no pasaron inadvertidos.
Los controles además de realizarse en pleno centro (Alsina y Zapiola) se realizaron en diferentes barrios. El Grupo de Prevención Motorizada, según transmitió Dicundo en la conferencia de hoy, fue convocado para poner orden en el tema de las motocicletas.
Algunos padres contaron a este medio que sus hijos se largaban en llanto al ver que los vehículos que los padres conducían eran detenidos para ser controlados, sin embargo, otros minimizaban la situación y señalaban que «estaba bien lo que sucedía».
Las adhesiones a la medida fueron en gran parte debido a que los fines del control fueron cumplidos: mientras se desarrollaron los operativos no se vieron circular motos por las avenidas ni sueltas ni en bandadas. El problema, claro está, es ver qué sucederá en ausencia del mencionado grupo, o si por el contrario, el grupo de Prevención Motorizada llegó para quedarse en la ciudad, algo que las autoridades no comunicaron. Seguramente, evalúan muchos, una vez que se vayan todo volverá a la normalidad, es decir, al caos vehicular. Sin embargo, es bueno aclarar que la presencia de fuertes grupos policiales y en consecuencia el control de las motos durante su estadía en la ciudad es algo que la ciudad viene viviendo de hace mucho, incluso en gobiernos pasados cuando se convocaba a gendarmería.
Desde la oposición, algunos señalaron «Control de tránsito con Itacas… Se fueron al carajo». Lo que fue reproducido por la Prof. de Historia y ex-Secretaria de Cultura Julieta Pederzoli agregando «Mi hija y sus amigas salieron a dar una vuelta y me llamo horrorizada que la vaya a buscar. Esa es la idea provocar miedo y que cada cual se me meta en su casita».
En la red social Facebook circuló una foto subida por el propio Intendente donde se veía cómo agresivamente era «controlado» un vehículo, algo que para la oposición reflejó el accionar de esta fuerza y el pensamiento de Aiola, quien al rato publicó por el mismo medio su opinión. Allí se refirió a los críticos de la medida «A aquellos que están acostumbrados a hacer lo que les parece, a no cumplir las leyes, a no respetar al vecino; les digo que la mayoría de la población , les dijo basta a esa forma de vivir en sociedad y es hora de volver a respetarnos».