Chacabuco mostró un amplio rechazo social a las declaraciones de una concejala del bloque de Juntos que posteó en sus redes sociales una imagen de los «vuelos de la muerte» acompañados de la frase «Feliz día del montonero». Esta publicación fue en el marco del Día de Memoria, Verdad y Justicia, pero proviniendo de la concejala Silvia Gorosito terminó afectando al gobierno local, que no logra salir de la crisis que incluye una denuncia de un hecho de corrupción. Gorosito representa a la Coalición Cívica dentro de la fuerza de Juntos y es reconocida por sus manifestaciones a favor de los delitos y asesinatos cometidos por la dictadura cívico militar.
Como concejala cumplía con un rol público en el Honorable Concejo Deliberante por ser electa por el voto popular en la lista que le dio el segundo mandato al intendente Víctor Aiola. Estas declaraciones recibieron un amplio repudio por vecinos, dirigentes, oposición y más de 30 organizaciones que se manifestaron contra el suceso. Entre ellas la Comisión Provincial por la Memoria, Verdad y Justicia. Más tarde el propio bloque al que pertenece Gorosito tuvo que salir a publicar un comunicado:
«Desde el Bloque de Concejales Juntos rechazamos total y absolutamente lo expresado por la dirigente representante de la Coalición Cívica local. Creemos que no hay lugar ni espacio para este tipo de expresiones y, mucho menos, dentro de los espacios que representamos.Cómo Bloque impulsaremos y acompañaremos las medidas institucionales que correspondan.» expresaban desde el Bloque de Concejales de Juntos.
Asimismo la propia Silvia Gorosito, tuvo que emitir un comunicado pidiendo las disculpas pertinentes:
Este martes 28 de marzo llegó a la presidencia del Honorable Concejo Deliberante la renuncia firmada por la concejala. Las organizaciones políticas oficialistas y el intendente Aiola no se pronunciaron desde entonces.
También dieron difusión a afirmaciones de un mismo tenor desde la cuenta Mujeres Radicales de Chacabuco en Facebook donde entrevistaron en el marco del 24 de marzo a Norma Gil, directora del Hogar que lleva el nombre de su padre Máximo Gil, peronista y expresidente del Honorable Concejo Deliberante de Chacabuco, asesinado en el año 1975 en el marco del terrorismo de Estado. Allí Gil consideró que fue «como una esperanza, realmente nos dio alegría» y contó que junto a otras personas celebró.
Una de las formas de la negación de los crímenes cometidos durante la última dictadura es la idea de que «había dos bandos» o dos campanas. En la investigación que realizó la justicia sobre los hechos en todos los casos se comprobó la existencia de un plan organizado desde el Estado para eliminar personas. El terrorismo de Estado, que funcionó a través de bandas parapoliciales antes del golpe de Estado, se potenció una vez que los militares tomaron el control del gobierno en 1976. Como el principal objetivo de la dictadura fue implantar un nuevo modelo económico donde las organizaciones sociales no tuvieran poder de control o resistir los cambios, se insiste en denominar dictadura «cívico militar». Incluso hay consenso entre historiadores para considerar a la persecución, el secuestro, la desaparición, la tortura, la muerte y detención como formas que utilizó la dictadura para vencer esa resistencia al nuevo modelo económico. Grandes empresas y agentes extranjeros se beneficiaron de la política económica que se siguió en aquel período, mientras en gran parte de la sociedad aumentaban la crisis económica. En aquel período la deuda externa argentina aumentó exponencialmente.
Resta decir que la investigación que realizó la justicia sobre los asesinatos cometidos por la dictadura militar comprobó la existencia de un plan organizado desde el Estado.