En la mañana de este miércoles el subcomisario Pablo Abeleyra quien recientemente había sido condenado en la causa por el allanamiento al Circulo Obrero, presentó su renuncia en el marco de una conferencia.

El fallo que no está firme establece que se lo condenaba en virtud del artículo 6 de la Ley 13470 que legisla sobre la Prevención y Represión del Juego de Azar Ilegal.

La condena prevía una sanción económica para el Club de $150 mil y una pena de arresto efectivo de al menos un mes e inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Esta mañana el Comisario Abeleyra brindó una conferencia de prensa junto al Secretario de Seguridad, Darío Ciminelli. Según publicó el sitio de Radio Líder, Ciminelli criticó el fallo por considerarlo «tirado de los pelos y esperemos que la Cámara revoque el fallo condenotario a Abeleyra ya que no se ajusta a derecho ya que creemos que no hay prueba».

En su interpretación, Ciminelli dijo que Néstor Nicodemo, presidente del Club, intentó embarrar la cancha con su declaración, para mejorar su situación procesal.

Sobre la decisión de renunciar, Ciminelli explicó: «puso la renuncia a disposición, primero no lo quisimos aceptar, pero también hay que estar a su lado. Reconozco la hombría de bien, él prefirió dar un paso al costado, y sabe que cuenta con el apoyo del Intendente y la gestión. Él trabaja con trasparecía y dedicación». Y señaló que «Ayer a última hora aceptamos su decisión y desde hoy no estará provisoriamente hasta que la Cámara se pronuncie».

«Se va por la puerta grande por unos momentos, porque toma la decisión para preservar la imagen de la gestión«, aseguró Ciminelli.

Abeleyra, a su turno, explicó que el procesamiento surge porque Nicodemo declaró haber mantenido una reunión con el Subcomisario para comunicarle que se sentía «perseguido» por los permanentes controles y agregó que en esa reunión Abeleyra le había explicado que se podía jugar, pero no por dinero, acusación que Abeleyra rechaza. «Yo lo único que le dije que no había persecución, solo se controlaba que no había juego clandestino y se labraban actas con testigos. Le leí lo que dice la ley respecto a la prohibición del juego de azar con apuestas y el juego de naipes. Se fue conforme, no pensé que luego del procedimiento me iba a ensuciar a mí a y a la Policía».