(PUBLICACIÓN PEDIDA)

Durante las últimas dos décadas, primero el menemismo y luego el kirchnerismo, privatizaron la explotación de nuestros recursos naturales a la vez que fueron cómplices de la destrucción de las empresas como YPF lo que obligó al Estado argentino a importar energía eléctrica y gas natural, que genera que los costos sean sumamente elevados y se deba subsidiar el consumo para no generar las tarifas irrisorias que hoy nos llegan a nuestros hogares.

La Argentina por su extensión, por sus características, presenta condiciones sumamente favorables para la generación de estos tipos de energía; estas condiciones fueron desaprovechadas mientras que se generaban concesiones a multinacionales sobre las cuales no existió ningún control, se contaminaron nuestras provincias y nos ocultaban información que comprendían términos y condiciones en detrimento de nuestra Nación.

La estatización de la mitad más uno de la empresa YPF, si bien fue celebrada por todos los argentinos, abrió las puertas a que conozcamos el vaciamiento del cual son responsables aquellos que formaron parte de ambos gobiernos y tenían la responsabilidad de realizar un control sobre el desempeño de Yacimientos Petrolíferos Federales, directorio del cual formaba parte un representante del Estado. Durante esta histórica etapa de la vida de nuestra Argentina, el Estado perdonó a Repsol cifras millonarias que la multinacional adeudaba en concepto de contaminación de nuestro suelo.

Ahora llegó el momento de afrontar la crisis energética que a viva voz remarcábamos como parte de los poderes legislativos de los diferentes estamentos, reclamos que nunca escucharon e hicieron oídos sordos. La brecha de los importes de las facturas entre diferentes poblaciones de nuestro territorio, el costo de la importación de la energía, el déficit en la infraestructura de distribución de estos servicios y el desfinanciamiento del Estado hacen necesario una fuerte discusión de los diferentes sectores de nuestra sociedad acerca del sistema tarifario teniendo como principales iniciativas las audiencias públicas que por su interdisciplinariedad permite escuchar las voces de todos los argentinos pensando en el país que viven nuestros hijos hoy, no solo en el que le dejaremos en un futuro.

Hoy vemos que quienes fueron responsables y cómplices se hacen pasar por carmelitas descalzas cuando se reían en nuestras caras,  abusaban de sus mayorías legislativas, cuando parecen buitres que buscan carroña, y buscan alterar nuestro clima social convocando como anónimos, a marchas y escraches, cuando su rol es realizar críticas constructivas a través de propuestas superadoras.

Franco Preiato.