Este Miercoles pasado, miembros de la Comunidad mapuche lindera a la Pu Lof Cushamen se dirigieron al juzgado federal para pedir, que se aparte al juez federal de Esquel, Guido Otranto de la causa, al igual que pidió la familia de Santiago Maldonado, y al regresar encontraron sus casas quemadas.
Miriam Liempe, secretaria de Relaciones con los Pueblos Originarios de la Central bonaerense, repudió enérgicamente el hecho y apuntó a un operativo de la Gendarmería.
«Los hermanos demuestran solidaridad con la familia de Santiago Maldonado y la respuesta fue la quema de sus casas, que les cuesta muchísimo tener y mantener. La quema de casas significa un claro avance represivo de las fuerzas del Estado, en complicidad con los jueces, atacando a las comunidades en su territorio», expresaron.
En tanto, la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia recibió este jueves los planteos de recusación contra Otranto, cuya familia manifestó confiar en que otro magistrado se haga cargo de la investigación.
El juez Otranto había rechazado las dos recusaciones, pero los dos querellantes persistieron en apartar al juez con argumentos de imparcialidad, enemistad manifiesta y prejuzgamiento.
Los planteos fueron realizados en el marco de una audiencia y estuvieron a cargo de representantes de la familia Maldonado y el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), informaron fuentes judiciales.