El pasado viernes visitó nuestra ciudad Pablo Scharagrodsky, especialista en educación y género, quien brindó una charla en el marco de la VIIIº Jornada de Reflexión Pedagógica organizadas por el Centro de Estudiantes del Instituto de Formación Docente Nº 131.

Con una amplia concurrencia cerca de 300 personas, entre estudiantes terciarios y secundarios, docentes y directivos, como público en general, Scharagrodsky explicó cómo a través de asignaturas, prácticas o hábitos la escuela fue asociando el cuerpo femenino a determinadas actividades y el masculino a otras.

Minutos antes de la charla, el licenciado y máster en educación, mantuvo un diálogo con la prensa donde se refirió al estado actual de la educación, el planteamiento de la identidad de género en el sistema educativo y sobre la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral.

-La ley que regula la educación sexual en las escuelas ha generado cierta polémica. Parece que es una ley que no se termina nunca de aplicar. ¿Qué tiene para aportar sobre ello?

-En particular, el tema de la sexualidad, el tema de los géneros, el tema de las masculinidades, las feminidades, el tema de las economías de deseo, han sido históricamente siempre educadas y reguladas en el ámbito educativo. El tema es de alguna manera visibilizar cuánto de esas convenciones han generado de alguna manera prácticas sexistas o homófobas, o prácticas que de alguna manera no han respetado la diversidad de sexualidades y de géneros que han existido históricamente y que siguen existiendo. La invitación es a reflexionar cómo y porqué la institución educativa regula los cuerpos, las sexualidades, los géneros, las emocionalidades; y cuánto de esa educación en muchos casos genera formas de opresión y de violencia. La idea es esquematizar esa formas de opresión para sentirnos un poquito más libres de lo que creemos que somos.

-¿Se ha ido avanzando en la educación sexual en las escuelas de a pequeños tramos? ¿O se va frenando?

-En primer lugar, celebro que haya una Ley de Educación Sexual Integral desde el 2006, que se incorpore como una problemática, como un tema que atraviesa transversalmente a todas las áreas del saber. Creo que en estos 12 años ha habido escenarios diversos y heterogéneos. Una cosa es la provincia de Buenos Aires, y algunas ciudades como Chacabuco, Chivilcoy, La Plata, Bahía Blanca. Otra cosa son las provincias del norte. En algunas, como por ejemplo Tucumán u otras no se ha implementado, o ha habido muchas más resistencias. Obviamente que la tradición religiosa ha operado, de alguna manera resistiendo a la Educación Sexual Integral y otros actores sociales. Pero la ampliación de derechos, y en ese marco se inscribe la ESI, es importante para que los sujetos tengan una plena autonomía e independencia de sus cuerpos y de sus sexualidades.

– ¿Cómo se enseña educación sexual? Por lo general la escuela se parte de los roles sexuales en el tema reproductivo; el miembro masculino, y el miembro femenino, y hasta ahí llegamos. Y después de ahí surgen un montón de preguntas para los chicos, que tienen que ver con otras cuestiones que no tienen resueltas. ¿Qué se puede hacer? ¿Qué puede hacer un docente ante estas situaciones?

-Pensar en la sexualidad en términos reproductivos es una visión un poco simplista, porque la sexualidad tiene que ver con otras cuestiones; no solamente con las cuestiones vinculadas con el conocimiento del cuerpo que son necesarias, por lo físico; sino también con cuestiones simbólicas. ¿Cómo se representa el amor, el deseo, el placer? Hay diferentes formas de desear, hay diferentes formas de sentir placer, y eso no es una actitud pecaminosa, sino mas bien tiene que ver con el conocimiento del cuerpo, y también con la autonomía. Es necesario introducir a la sexualidad en sus múltiples dimensiones; la dimensión médica es una de ellas, pero la dimensión psicológica, la dimensión política, la dimensión social, la dimensión cultural, son aspectos que hay que tratarlos, porque el mundo social es un mundo saturado de metáforas sexualizadas, y generizadas. Algunas nos liberan, y otras nos oprimen. La idea es que la escuela se convierta en un espacio donde se amplifiquen aquellas que nos permiten vivir la vida de una manera lo mas justa y democrática posible.

-En cuanto a los medios de comunicación. ¿Que análisis hacés del tratamiento de la diversidad y sexualidad que realizan? Pareciera que predomina la burla 

-La pregunta es muy interesante. Pero es muy difícil contestar en forma general; hay una diversidad de los medios de comunicación, inclusive dentro de los medios hegemónicos o dominantes. Sin embargo uno puede señalar que la cuestión de la circulación de sentidos sobre la diferencia corporal y sexual existe permanentemente. Existe una propaganda, cuando se muestran ciertos cuerpos de las mujeres, o ciertos cuerpos de los varones. O cuando se focalizan las partes del cuerpo de la mujer de una cierta manera y no de otra. Existen en novelas, existen en documentales. Yo creo que hay un panorama diverso. Y en esa diversidad hay propuestas que son mas sensibles a la ampliación de derechos y a la posibilidad de pensar la sexualidad como una construcción social, y hay otras que son bastantes deterministas y te diría que hasta cuasi violentas en algunos casos.

-Una buena parte de la educación de la gente pasa cuando es menor de edad. ¿Como se puede abordar este tema de la sexualidad, teniendo en cuenta que hay menores de edad y que hay familias que son responsables de esos menores. Puede haber criticas, y los chicos cuentan lo que vieron en clase, y tal vez esa familia tiene sus dudas. ¿Que le pasa al docente? Porque me parece que acá tiene mucho que ver con eso; porque el docente esta enseñando y tiene su punto de vista. ¿Cómo se negocia eso?

-Yo creo que la sexualidad atraviesa a todas las etapas. Con independencia de si los mismos son menores o no. En ese sentido siempre es importante entender que las emulaciones vinculadas al afecto, al amor, al deseo y al placer, no arrancan a los 18 o a los 21 años. Y la institución debería acompañar esos procesos. Y acompañarlos con información valiosa, útil, respetuosa, digna, Que termita justamente construir un cierto empoderamiento de su cuerpo. Entonces no creería inconveniente pensar la educación de la sexualidad desde cualquier nivel educativo no a partir de los 14 o 15 años.