La semana pasada la app de mensajería WhatsApp, propiedad del titular de Facebook Mark Zuckerberg, avisó a todos sus usuarios que los términos y condiciones de uso y privacidad cambiarían. Esto generó un revuelo a nivel mundial y derivó en que muchos usuarios dejaran de usar WhatsApp.
En primera instancia, estos cambios serán a partir del 8 de febrero y en segunda, al parecer por primera vez en la historia, alguien leyó los términos y condiciones antes de darle al botón de aceptar.
Ahora bien, ¿cuáles son estos cambios y porque se generó tanto revuelo? La plataforma señaló que habrá tres principales cambios en sus reglas, los cuales dicen serán en: «El servicio de WhatsApp y cómo tratamos tus datos», «Cómo las empresas pueden usar los servicios alojados de Facebook para almacenar y administrar sus chats de WhatsApp» y «Cómo nos asociamos con Facebook para ofrecer integraciones en los productos de las empresas de Facebook». Todos claramente sensibles.
A viva voz se dijo que con la actualización en dichos términos y condiciones, WhatsApp podría tener acceso a tus conversaciones, ubicación, contactos, material que envíes en los chats y por supuesto los datos de Facebook también, entre otros. Aquí yace la polémica y el malestar. Hablando claro, nos quedaríamos sin privacidad.
A raíz de lo anterior, no solo WhatsApp se volvió tendencia, también lo hizo su principal competidor, Telegram. Es que solo en este corto lapso, Telegram registró millones de nuevos usuarios llegando a 500 millones de usuarios activos.
Telegram se vio ampliamente beneficiada por dicha actualización y hasta aprovechó el momento para, sin nombrar a la app de mensajería en cuestión, destacarse y alabar su privacidad.
Volviendo a la polémica, WhatsApp tuvo que salir a aclarar la situación. Se vieron perjudicados de tal manera que necesitaron hacerlo 2 veces. En las cuales aclararon que nada de eso era verdad, haciendo referencia a espiar chats, contactos, ubicación, etc.
«WhatsApp no puede ver sus mensajes privados o escuchar sus llamadas y tampoco Facebook«, sobre los registros, afirman que «no se guardan con quién están enviando mensajes o llamando» y solo se utilizan «internamente en la aplicación para comprender qué contactos presentar en la parte superior de la lista de actualizaciones de estado», por lo que «no se carga en el servidor».
Sobre nuestra lista de contactos afirman que solo se «carga en los servidores de WhatsApp, pero nunca se comparte con Facebook», así como las actualizaciones de estado, que «siguen siendo privadas porque están encriptadas de extremo a extremo y solo las personas que elija de su configuración de privacidad pueden recibirlas y verlas».
Además, desde WhatsApp insisten en que «las ubicaciones compartidas son siempre privadas y están cifradas de extremo a extremo» por lo que nadie podrá saber qué hacemos y cuándo.
Entonces ¿qué es lo que va a cambiar? Lo que sí va a cambiar es que las empresas podrán obtener tu perfil de Facebook o WhatsApp para ofrecerte un servicio o un producto.
Sin ánimos de defender a uno de los gigantes cibernéticos de nuestra era, lo único que hicieron con esta actualización de términos y condiciones es avisar que seguirán teniendo los mismos datos que uno les brindó al abrirse su cuenta (Facebook, Instagram o WhatsApp) y que en el caso de la mensajería podrían utilizar el dato (número telefónico) para que empresas, en las cuales uno mostró interés en sus productos o servicios, puedan contactarte.
Esta demás decir que cada quien sacará o sacó sus propias conclusiones, muchos ya han migrado de la aplicación. Y a más tardar febrero, veremos si WhatsApp sigue viva o Telegram se convertirá en la aplicación de mensajería más usada del mundo.
Un párrafo aparte merece Telegram que es una de las aplicaciones más seguras y con infinidad de ventajas para los usuarios.