Pasados 15 días del atentado que pudo asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández, la causa ha avanzado al punto de detener nuevos involucrados y decidir el procesamiento de quienes ejecutaron un intrincado plan criminal, Fernando Sabag Montiel (que realizó el disparo fallido) y Brenda Uliarte (su pareja y cómplice que lo acompañó). Asimismo, aparecen vinculaciones políticas y nuevos actores de la banda que la asocian a una fracción política de la oposición. También hay aparecen conexiones económicas que sugieren una posible financiación de la banda a través del sistema político. Nuevos mensajes demuestran que los objetivos eran mayores: entre los posibles objetivos pudieron estar el diputado Máximo Kirchner y el presidente Alberto Fernández.
La jueza Capuchetti además de procesar a Fernando Sabag Montiel y Brenda Urialte, detuvo a Nicolás Carrizo quien surge de los mensajes como una parte importante del plan que intentó asesinar a CFK. Hace pocos días la jueza ya había pedido la detención de Agustina Díaz, una amiga de Brenda Uliarte.
Carrizo llegó a Comodoro Py 2002 luego de las 9 en un camión de traslado de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, fuerza que coordinó el fuerte operativo de seguridad que lo custodió. Cera de las 11 de la mañana ya su defensor estaba presente, pero la indagatoria no se dio hasta la tarde.
Según el abogado de Carrizo «no es un asesino de ninguna manera sino un laburante que le daba trabajo a otras personas«. Según su relato, simplemente trabajaba elaborando los copos de azúcar, negocio que compartía con los dos imputados. Su detención se concretó el miércoles último por la tarde, informó Télam, cuando se presentó en los tribunales federales de Retiro para retirar su teléfono celular, el cual había entregado de manera voluntaria para ser sometido a un peritaje.
En tanto que Sabag Montiel, explicó que se ganaba la vida siendo remisero y «vendedor de algodones de azúcar». Permanece detenido en la Unidad de Detención de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Uliarte declaró como ocupación ser «vendedora ambulante los fines de semana» y que estaba terminando el último año de la escuela secundaria. Además dijo que realizaba el curso de ingreso a la carrera de Medicina.
El delito
Según surge del procesamiento, el delito que se les imputa es «tentativa de homicidio calificado» el cual está «agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas«. A esto se agrega la existencia de un plan criminal que se venía pergeñando, por lo menos desde el 22 de abril, hace varios meses. La jueza también le trabó embargos sobre los bienes de los procesados por 100 millones de pesos a cada uno.
El plan criminal
Hubo otros objetivos y oportunidades de cometer un asesinato. Por ejemplo, días antes Sabag Montiel llegó a estar a metros del gobernador Axel Kicillof. Luego le mandó una serie de mensajes a Uliarte tratando de explicarle por qué había fallado.
Por mensajes, le escribió el episodio a su cómplice: «Que gracia me dan todos esos putitos ahí sacándose fotos, cholulos, haciéndose los peronistas con la ‘V’, vos llegás a tirar con el fierro ahí y llegás a arrancar a los tiros ¿Vos sabés cómo salen todos corriendo? Pánico, el caos que se genera«.
«O sea, es muy difícil… O sea, si yo disparo, después de los tiros van a saber que yo tengo el fierro, voy a tener que sacar el cargador y me van a tener que sacar el fierro, pero no van a tener las balas, entonces eh me van a cagar a piñas, pero más de uno, a ver, me pueden agarrar entre varios, pero otros van a correr y va a ser muy difícil que se yo«, continuó.
Una de las respuesta que le proporcionó Uliarte fue: «Ya llegué amor…¿Vos decís que no te van a agarrar? La onda es que metas el corchazo y te escapes«. Unas semanas después estuvo a punto de concretarlo, pero la reacción de los militantes fue deterlo y entregarlo a la policía.
La jueza también tuvo en cuenta que intentaron alquilar un departamento con vista al de Cristina Fernández, a la hora de decidir el procesamiento: «Del análisis de las conversaciones antes descriptas queda en evidencia la existencia de un plan para ejecutar el hecho en el cual se intercambiaban distintas alternativas, evaluando la posibilidad de cada una de ellas y la que mejor asegure el resultado teniendo en cuenta los movimientos de la víctima y todo lo relativo a su custodia«, sostuvo la jueza.
Otra implicada: Agustina Díaz
Otra detenida es Agustina Díaz (21), con quien se probó que Uliarte tuvo conversaciones evaluando el asesinato de la vicepresidenta. Esto está comprobado al menos desde el 4 de julio pasado y que se extendieron ahsta el 2 de septiembre, jornada en la que Díaz le aconsejó a su amiga que se deshiciera de su teléfono celular.
El 27 de agosto Uliarte le mandó por WhatsApp: «Mandé a matar a Cristina, no salió porque se metió para adentro«.
Antes le había adelantado: «Hoy me convierto en San Martín, voy a mandar a matar a Cristina…Me re pudrí que hablen y no hagan nada. Yo sí voy a hacer. Se me metió el espíritu de San Martín en el cuerpo… Que hija de puta se metió adentro antes de que le meta el tiro«.
Pero mucho antes, el 4 de julio de este año, le había dicho a Díaz que estaba «organizando para ir a hacer bardo a la Casa Rosada con bombas motolov y todo«. Su amiga le respondió: «Seria mejor no?«.
«Voy con el fierro y le pego un tiro a Cristina. Me dan los ovarios para hacerlo«, le retrucó Uliarte y fue entonces que Díaz cerró: «Por eso te amo«.
Más adelante, en la misma conversación, Uliarte le reveló: «No es joda boluda Estoy armando un grupo Para ir con antorchas, bombas, fierro todo. Voy a ser la libertadora de Argentina. Estuve practicando tiro, se usar un fierro«.