Una de las medidas lógicas en el país que gobierna ahora Alberto Fernández será impulsar el trabajo para que la economía salga de la crisis, repunte el empleo y la pobreza comience a disminuir.

Para ello, ya se anuncian medidas para inyectar dinero en la economía, otras que modifican las perspectivas económicas de las personas de cara al futuro y otras destinadas a aliviar rápidamente el bolsillo de los más necesitados, entre ellos, los jubilados.

Estas acciones serán impulsadas por el Ministerio de Desarrollo Social, al frente del cual se encuentra Daniel Arroyo, y en particular habrá dos áreas con competencia en el tema. Una es la Secretaría de Economía Social, donde se designó a Emilio Pérsico, del Movimiento Evita. Otro espacio es el que ocupó Daniel Menéndez, de Somos Barrios de Pie, que será subsecretario de Promoción de la Economía Social.

De la misma manera que se hizo durante los primeros tiempos del gobierno de Néstor Kirchner, los programas sociales impulsados a través de Cooperativas de Trabajo tendrán un rol central en ser los primeros activadores de la economía «desde abajo».

El ministerio volcaría unos 30 mil millones de pesos para el año próximo con el objetivo que las cooperativas cambien su enfoque y sean trabajadores, es decir, haya una contraprestación.

Durante la etapa de Macri, los cooperativista habían sido mandados a «estudiar», por lo que la contraprestación por el pago era concurrir a la escuela.

Ahora el enfoque se cambiará, porque equiparan el trabajo a la dignidad de la persona y a la necesidad de colaborar en la recuperación del país tras la etapa de Mauricio Macri como presidente.