Parece que en nuestro país no es suficiente la cantidad de casos de daños a la salud por uso de glifosato que hay. La justicia sólo ha tomado decisiones limitadas a algunas ciudades y provincias de un tema que entre la gente ya tiene su condena.
Ahora, en la localidad santafesina Bernardo de Yrigoyen, un hombre se encadenó a las puertas de un galpón donde se acopian agroquímicos, en señal de protesta por la salud de su hija.
La niña tiene 4 años y desde el año y medio le detectaron glifosato en la sangre. Por ésto recibe transfusiones, se descompone cada vez que siente el olor, sufre pérdida de peso, vómitos y tiene alto riesgo de contraer leucemia.
El galpón en el que se encuentran los agrotóxicos está ubicado a 30 metros de la vivienda de la familia y a pesar de las denuncias penales realizadas y los reclamos, no logran que se cierre o traslade el depósito a una zona que no sea residencial.
Si bien en la actualidad está clausurado, la familia denuncia que el depósito se sigue utilizando.