El lunes, el juez de garantías Carlos Agustín Crispó hizo lugar al pedido de detención al sacerdote Raúl Anatoly Sidders, por parte del Fiscal Álvaro Garganta, titular de la UFI Nº 11 de La Plata.

El sacerdote fue acusado de abusar sexualmente de una alumna en un colegio privado de La Plata y en horas de la noche del martes, se entregó.

La victima, manifestó haber sido abusada por el sacerdote entre el 2004 y el 2008, cuando tenía entre 11 y 14 años y asistía al establecimiento.

Al cura lo imputaron por el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y circunstancias de su realización doblemente agravado y corrupción de menores agravada, en concurso real”.

Tras la solicitud de detención originaria requerida por los patrocinantes de la víctima, los Dres. Juan Pablo Gallego y Pía Garralda, salió a luz que el Presbítero Raúl Anatolly Sidders se había trasladado al área de la Triple Frontera, en Puerto Iguazú, con grave riesgo de fuga. La denuncia y consiguiente investigación fue acompañada por parte de la comunidad educativa del colegio San Vicente de Paúl (del cual Sidders era Capellán y dónde perpetró los vejámenes sexuales), sobrevivientes de abuso eclesiástico, organizaciones de mujeres, de derechos humanos y políticas.

Un equipo de la DDI de La Plata se dirigió a detener al cura al domicilio que había denunciado en la localidad de Bella Vista, provincia de Buenos Aires, donde no fue encontrado.

Sin embargo, Sidders, a quien los alumnos del Colegio San Vicente de Paúl llamaban en secreto «El frasquito» porque los obligaba a masturbarse para guardarse su semen en un frasco, se presentó en la fiscalía, declaró ante el fiscal penal platense, Álvaro Garganta y posteriormente quedó alojado en la DDI La Plata.

Fuente: InfoGEI