En la escuela Nº 27 Juan Manuel de Rosas, de Hurlingham, un nene se orinó encima ante la negativa de la maestra de segundo grado de que pueda ir al baño. Gran parte de la comunidad educativa repudio el hecho, agravado por el comentario de otra maestra.
«Pobre la de segundo, tiene un meado» exclamo otra maestra, frase que salió por un micrófono y aumento el bullying al niño.
La madre se entero de los hechos por su otro hijo, el cual asiste al mismo colegio, y decidió no enviarlo nuevamente a la escuela al niño, disgustada por la situación tanto con los docentes como con las autoridades del establecimiento. Ante esto, la dirección escolar le envío una carta a la madre del pequeño para que se «reintegre» al colegio y también una dirigida al pequeño damnificado, en la cual no había pedido de disculpas, pero sí se reiteraba el pedido de que vuelva a clases.