Un nuevo estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) arrojó una cifra que muestra la delicada situación social en el país.
El 30% de chicos argentinos es pobre, un total de cuatro millones niños y adolescentes de entre 0 y 17 años. Mientras que un 8,4% es extremadamente pobre, de acuerdo con una medición multidimensional que presentaron en la ciudad de Buenos Aires.
Dicho organismo utilizó una metodología multi-dimensional, que llega al porcentaje luego de cruzar 28 indicadores de privación, que miden desde la nutrición de los niños hasta factores de su seguridad personal, como la exposición a la violencia.
La desigualdad queda en evidencia según las regiones del país:
- Un niño del Noroeste tiene 6,5 veces más posibilidades de ser pobre que uno de la ciudad de Buenos Aires.
- Le sigue Formosa con el 36%.
- Luego, Gran Buenos Aires y Resistencia, con el 34%.
En un comunicado oficial, la organización asguró:
En lugar de analizar el nivel de ingresos que hay en un hogar o por el consumo, esta nueva medición detecta carencias materiales y emocionales que impiden el desarrollo integral de los chicos.
Por ejemplo, la dimensión de Educación cuenta con 3 indicadores: niñas, niños y adolescentes en edad escolar obligatoria que no asisten a la escuela; que tienen entre 14 y 17 años con educación primaria incompleta; que asisten pero con sobre-edad.
Sebastián Waisgrais, especialista en monitoreo y evaluación de programas de UNICEF, aseguró que esta medición permite analizar en detalle cuáles son las privaciones que sufren los niños y adolescentes en el país.
Esas cuatro dimensiones explican un poco más del 63% de la pobreza.
El 33% restante está distribuido en valores similares; la nutrición y la protección contra el trabajo infantil son las que tienen menos preponderancia en el total.
A continuación, el documento completo: