En el día de ayer se realizó una capacitación organizada por el Hogar San José, bajo el nombre «Los derechos humanos de los adultos mayores».

La disertación estuvo a cargo del Dr. Eugenio Semino, quien es Defensor de la Tercera Edad, consultor de la ONU, presidente de la Asociación Iberoamericana de Gerontología.

Semino, quien es considerado una eminencia del sector por su reconocimiento internacional, previo a la charla brindó una conferencia de prensa.

¿De qué va a tratar la jornada? ¿Qué puntos se van a tratar?

– Bueno, en realidad la invitación a Chacabuco tiene que ver con ver los diversos aspectos de los adultos mayores de Argentina y de la ciudad en particular. No exclusivamente lo relacionado a lo que tiene que ver con la cuestión previsional que si es una gran preocupación como siempre para todos los jubilados y pensionados, sino también con lo que es el sistema de atención, en hogares geriátricos. Estuvimos recién en el hogar San José, estuvimos en el Hospital viendo como reforzar todos los sistemas de cuidados, la formación de recursos humanos para esos cuidados de estas ciudades en Argentina en particular y en el mundo, sobre todo en las ciudades más chicas y de índole rural van envejeciendo en sus pirámides muy rápidamente, sobre todo con el fenómeno de migración de los sectores más juveniles. Por lo cual hay que reforzar con lo que son programas, acompañamiento de cuidados, inclusive en fortalecimiento de actividades de memoria para evitar todo lo que son las perdidas cognitivas, lo que son las demencias y bueno estos son los temas que vamos a tratar de desarrollar con quien ya bien lo vienen haciendo en la propia ciudad que son quienes trabajan en los hogares, en el Hospital, en el PAMI, o sea en cualquier lugar.

Se hablaba también con el tema del deseo y la sexualidad en la tercera edad…

– Si eso lo tratamos de hacer. Los gerontólogos tratamos de ver holísticamente el problema, no solo un aspecto, como a veces lo hacen los previsionalistas, o a veces se hace desde alguna u otra disciplina, o desde lo medico exclusivamente. Sino verlo en todas sus alistas y uno de esos aspectos tiene que ver cuando uno refiere al deseo tiene que referirse por el cumplimiento de etapas de la vida. No puede dejar a alguien de ser un sujeto en cuando no se nos reconoce la capacidad humana, la capacidad de disentir, la capacidad de ser y tener relaciones gregarias con otros, con una pareja, es cuando empezamos a estar realmente, y esto es una tendencia de la sociedad moderna, aislados, y a partir de eso perdemos la calidad de la persona y la convertimos en un verdadero ente. Así que es más importante aceptar las dificultades de trabajar y convivir con seres pensantes que tienen sentimientos de los más diversos con sus personalidades, con sus temperamentos y que esto permanezca incólume a lo largo de la vida. Es decir que la edad no se convierta en una barrera para que esto se siga haciendo.

¿Cuales son para usted los principales derechos que se vulneran en la tercera edad?

– En la Argentina casi todos. Es decir, desde los económicos, los políticos, los sociales, el derecho a la salud, el derecho a un ingreso justo, el derecho a decidir sobre su vida, el derecho a que no haya encabezamiento terapéutico cuando tenemos algún tipo de patología en una necesidad que haya testamento vital para decidir cuando no podemos hacerlo en el momento por no tener las facultades en pleno, decidir previamente «que se haga con nosotros». Así que realmente, en ese sentido tenemos muchos déficit que son los que tenemos que ir trabajando, pero no solo con los que ya llegamos a la etapa de ser añosos, sino sobre todo los que van en camino de serlo. Nosotros nos resistimos a este criterio de «el viejísmo». Lo que hay que ver es el envejecimiento, la vida es un proceso.