El gobierno nacional ha decidido avanzar con una polémica iniciativa tendiente a «mejorar» la sociedad, supuestamente.

Se trata un un Servicio Cívico que buscará formar a jóvenes de 16 a 20 años (en edad escolar algunos) en valores democráticos, aunque no está muy claro cómo funcionará exactamente.

El proyecto fue convertido en ley por el Senado en 2010, y había recibido el rechazo de varios legisladores, incluso del ahora candidato a vicepresidente de Mauricio Macri, Miguel ángel Pichetto. Fue aprobada por 33 votos contra 31.

La medida se denomina Servicio Cívico Voluntario en Valores, aunque como estará bajo la órbita del Ministerio de Seguridad, por más que tenga contenidos y formación educativa, estará absorbido principalmente por tareas de seguridad.

La principal crítica que recibe el proyecto es que la educación no es competencia del Ministerio de Seguridad y no se especifica en qué serán capacitados los jóvenes, ni porqué razones esta educación en valores debe ser realizada en instalaciones militares.

Esta observación no es menor, ya que deja abiertas las puertas para la reaparición del Servicio Militar Obligatorio, popularmente conocido como «Colimba» como abreviación de quien «Corre, limpia y barre».

El Servicio Militar Obligatorio en Argentina funcionó hasta 1994 obligando a los hombres a realizar un entrenamiento militar contra su voluntad. Allí se obligaba a las personas a realizar las peores tareas, que en la práctica se funcionaban como torturas o castigos.

Fue eliminado tras conocerse las implicancias del caso del soldado Omar Carrasco, quien fue reportado como desertor tres días después de su ingreso, cuando en realidad había sido asesinado mientras realizaba la conscripción en Zapala (Neuquén).