Hoy primero de marzo el presidente de la Nación Alberto Fernández inauguró un nuevo período de sesiones ordinarias. En este caso en una situación compleja: el principio del fin de la pandemia, el entendimiento con el FMI que abrió una interna en el Frente de Todos y el conflicto en Europa del Este por el ataque de Rusia a Ucrania por su incorporación a la alianza militar que comanda Estados Unidos. Precisamente antes de comenzar su discurso hubo un minuto de silencio.

Debe adelantarse que buena parte de la atención fue dirigida a lo que pasaba más allá de la posición del presidente: fue notable la ausencia de Máximo Kirchner (que hace poco renunció a la presidencia del bloque de los diputados) en desacuerdo por los términos del entendimiento con el Fondo Monetario, la actitud de una parte de la oposición que se retiró cuando el presidente habló de investigar el origen de la deuda externa y asimismo la actitud de los integrantes de la Corte Suprema cuando se hizo referencia a la reforma judicial.

El discurso

El presidente comenzó trazando un panorama de la situación actual y el contexto mundial señalando que todo ello «genera consecuencias en nuestro país» y que espera que en este año «tal vez tengamos la oportunidad de ingresar en un sendero de desarrollo integral».

Recordó que «nada se resuelve de un día para otro» y reseñó que hubo y hay «un contexto mundial desfavorable para las personas» principalmente por cómo la «pandemia impacto sobre la salud y sobre la economía». En este sentido repasó las medidas económicas del gobierno para «minimizar el daño en el sector más vulnerable de nuestra economía» y rescató que «las personas pudieron recibir la atención que merecían».

Señaló la «inflación global de alimentos» en el contexto de la pandemia y añadió los gravísimos problemas de la Argentina: «la inflación es el gran problema que tienen los argentinos en este momento y es la principal preocupación del gobierno«.

Destacó el buen impacto de la campaña de vacunación y la intensa gestión del gobierno para conseguir en todos los países las dosis necesarias lo que generó el bajo impacto que tuvo en nuestro país la tercera ola: «esta enorme campaña se logró por la enorme cantidad de dosis conseguidas».

«Argentina exhibe los mayores porcentajes de vacunación entre los países con más de 30 millones de habitantes» dijo Fernández, por lo que consideró que «hoy los argentinos y argentinas estamos protegidos contra el covid 19».

Economía

El presidente destacó la recuperación económica a final del 2021 que fue mayor al 10% en la que se destacó el rol de la obra pública: «hay más de 3500 obras en ejecución en todo el país«, informó. En ese rol la recuperación de la pymes fue importante, tuvo el mayor nivel de actividad en los últimos 3 años: «no fue casualidad ni un rebrote» dijo, es porque «el estado cuidó a las empresas y a los trabajadores».

Otros rubros fueron la recuperación de la construcción, el petróleo y la minería que lo llevaron al presidente a señalar que «muestran que la Argentina tiene futuro».

Sobre la recuperación del empleo informó que «en 2021 la pobreza dejó de aumentar, ahora estamos en condiciones de comenzar su reducción» y en la economía dijo «no podemos negar la existencia de otros actores, me refiero a los que trabajan en el contexto de la economía popular«.

Y se refirió «a los que tienen un plan social, mientras lo necesites el estado seguirá presente» pero señaló como vital que «vuelvan al empleo formal y puedan ir prescindiendo de los planes sociales«.

«Es hora de reconocer, visualizar» dijo Fernández y pidió «construir nuevas generaciones de derechos». Así pidió avanzar en «que el Estado compre sus insumos y contrate a las cooperativas en las pequeñas obras públicas».

Anunció un régimen de monotributo que signifique su inclusión.

En otro sentido recordó el proyecto de ley de empleo joven para facilitar la empleabilidad y destacó que se impulsará la formación en oficios, capacitación y fomento de la terminalidad educativa, apoyo a la economía popular y bancos de herramientas.

Deuda externa, acuerdo con el FMI

Fernández recordó que en 40 años de democracia es la primera vez que se rechaza un presupuesto en este recinto, en virtud de lo sucedido el año pasado. A esto sumó la oportunidad en que en 2010 directamente no se trató, bajo la presidencia de la actual vicepresidenta Cristina Fernández.

Aclaró que «no me han quitado la decisión de cumplir lo que prometimos» y pasó a referir la historia de la actual deuda externa cuya gestión abrió una disputa interna en el Frente de Todos que no logra cerrarse. El expresidente Mauricio Macri endeudó por 57.000 millones, el Congreso no autorizó el endeudamiento, el dinero no fortaleció al Banco Central, se usó para pagar deuda privada y financiar fuga de capitales. Ese dinero no construyó «ni un puente», dijo, y se convirtió solo en «deuda impagable».

Por entonces, los compromisos asumidos en 2018 eran «incumplibles» dijo: tan solo en este ejercicio 2022 se comprometió a pagar la suma de 19.000 millones y una suma mayor el año próximo. Son «cifras que no tienen precedentes» agregó.

El presidente estableció que él mismo al asumir «rechazó los desembolsos faltantes» del crédito tomado por Macri y en virtud de eso en 2020 «logramos una exitosa reestructuración de la deuda privada» y ahora el gobierno llegó a «un acuerdo para refinanciar la deuda«, sostuvo e inició una defensa del entendimiento alcanzado con el FMI.

Fernández dijo que «estamos dando un paso que no es el primero ni va a ser el último» y que «sin acuerdo no podremos construir certezas» para los trabajadores y empresas.

«El acuerdo que anunciamos es el mejor que el gobierno de Argentina pudiera conseguir» y valoró que el mismo «no acumulará nueva deuda» porque «se usará el propio dinero del FMI» para pagar los vencimientos de estos años.

Los pagos se iniciarán en el 2026 y se terminará de pagar en el 2034, es decir un plazo de 8 años que algunos consideran insuficientes.

Fernández destacó que «es un acuerdo sin políticas de ajuste«, que «habrá expansión en infraestructura» y que «no contempla restricciones al desarrollo» pero establece «reducción del déficit con expansión del gasto primario real».

«Quiero ser claro ante esta asamblea: no habrá una reforma previsional, la edad jubilatoria no cambiará» dijo y reafirmó que «no restringe los derechos de los jubilados y jubiladas» ni «este acuerdo no doblega nuestra soberanía».

Pero aclaró: «no dejo de reconocer que debemos redefinir nuestras políticas frente a un acreedor poderoso«.

«En Argentina se acabaron los tarifazos, vamos a segmentar los subsidios para lograr niveles de tarifas razonables«, dijo el presidente en virtud que una de las demandas del FMI es la reducción de subsidios que impactaria en el aumento de tarifas.

Estableció que reflotará una ley vetada por Mauricio Macri que regulaba cómo debían aumentar las tarifas y que propondrá que «la evolución de la tarifa esté por debajo de la evolución de los salarios«.

Con respecto a las posibles demandas sobre las leyes laborales que podría exigir también el FMI, dijo: «no habrá una reforma laboral, los derechos de los que trabajan no pueden ser alterados».

Y remarcó que «este entedimiento propone sostener la recuperación ya iniciada«.

Recordó que «nadie consultó al congreso para tomar esta deuda, en cambio nosotros elevaremos los documentos con todos los detalles«. Estará esto en manos de los legisladores «desde esta semana» anunció sin mayor precisión.

Por último recordó que «la querella criminal» que inició el gobierno para que se investigue cómo fue tomada la deuda por el expresidente Macri y descartó que el acuerdo de refinanciamiento que llegó el gobierno con el FMI impida investigar: «el acuerdo actual no releva al poder judicial de actuar» porque el pueblo tiene derecho a saber lo que pasó.

Fue entonces que parte de la oposición se retiró.

«Objetivos realistas»

El presidente antes de anunciar las leyes que enviara al Congreso enumeró un grupo de «objetivos realistas» que perseguirá para este año y los próximos:

  • crear anualmente 200 mil puestos de trabajo de calidad en el sector privado
  • poner en marcha 10 mil nuevas empresas por año
  • reducir la inflación sostenidamente
  • superar los 100 mil millones de dólares de exportaciones sumando bienes y servicios

Pidió en este sentido «salir del péndulo de medidas contradictorias» y «producir para exportar«. Justificó ese razonamiento en que «no se trata de exportar a costa del mercado interno, sino de exportar para mejorar la vida de los argentinos«. Dijo que ese es el camino para estabilizar la economía «se trata de crecer para estabilizar» y tener una «economía ordenada para dar previsibilidad». En este proceso «las pymes serán protagonistas».

Nueve misiones industrializadoras

El presidente enumeró nueve puntos para un nuevo proceso de industrialización:

  • industrializacion verde: reemplazar fuentes contaminantes
  • desarrollar la exportación de recursos naturales con acuerdos ambientales
  • fortalecer la economía de la salud apuntando a la fabricación de insumos críticos
  • impulsar la economía para la defensa, avanzar y crecer en la fabricación de buques drones, satélites
  • modernizar los sectores tradicionales de la industria
  • digitalizar el sistema productivo fortaleciendo la economía del conocimiento
  • transformar el sistema de producción de alimentos
  • desarrollar la electromovilidad

Un objetivo complementario aseguró que será duplicar exportaciones con 25 complejos de bienes y servicios.

Leyes pendientes y nuevas leyes

El presidente pidió sancionar la ley del cannabis medicinal que actualmente tiene media sanción. Avanzar con la ley de electromovilidad para fabricar y difusión local, que permitirá trabajar en la cadena del litio.

Agregó la «ley de compre argentino» para que el Estado de prioridad a la industria nacional. Pidió que se concrete la «ley de desarrollo hidrocarburífero».

A esta agenda, dijo, agregamos tres proyectos:

  • una ley de nanobiotecnología
  • una ley de hidrógeno que reglamente el desarrollo de esta actividad
  • una ley del sistema nacional de calidad, mayor control y desarrollo que evite los casos frecuentes en que la argentina no puede exportar

Otros anuncios

Entre otros anuncios, Fernández señaló que el plan Conectar igualdad comenzará a entregar computadoras a docentes de primaria este año. Que se prevé construir 3000 aulas digitales en 2022 para el nivel inicial y 7000 en 2023.

Dijo «vamos a fortalecer la Educación Sexual Integral, queremos que sepan cuidar de sus cuerpos y sean responsables».

Anunció la construcción de un nuevo satélite ARSAT SG-2.

Pidió reformar la ley de alquileres instando al congreso a realizar los cambios en la ley actual para mejorar la situación problemática que se generó.

«Necesitamos una reforma judicial»

En un tramo del discurso el presidente se dirigió con claridad a la crisis que atraviesa el poder judicial en todas sus instancias. Comenzó recordando que un monopolio comunicativo logró subir las tarifas sin autorización «gracias a una medida cautelar» que todavía sigue vigente y perjudica a la gente.

Fernández estableció que «necesitamos una reforma judicial» porque «lo que está sucediendo en el poder judicial es muy grave» y pidió al Congreso que la conformación de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura sean objeto de tratamiento.

A esto aparejó la intromisión de los servicios de inteligencia durante la presidencia de Mauricio Macri: «me ocupé de que no existan causas armadas garanticé que no existan nuevos encarcelamientos«.

Así anunció que «enviaré un proyecto de ley que consolide el trabajo de inteligencia que se realizó» para «proteger y no espiar al conjunto de la población».

Tres proyectos más

Hacia el final del discurso, Fernández realizó otros anuncios:

  • un proyecto de ley que comprometa estándares básicos de comportamiento de las fuerzas armadas en todo el país
  • un proyecto de ley para proteger los derechos de las personas con discapacidad y que así el margen normativo «sea fruto de nuestra sociedad y no de una dictadura»
  • un proyecto de ley para lograr licencias parentales igualitarias y nombró un sistema de cuidados con perspectiva de género