Es uno de los músicos que más convoca en nuestra ciudad y ha recorrido los escenarios del exterior con su repertorio. Con un pie en los sonidos de la tierra y otro en el género de la canción, Marcelo Ferrer se ha ido ganando un lugar predilecto entre los artistas chacabuquenses.
Desde «Palito» la milonga que le compuso a un célebre habitante de nuestra ciudad, Odbulio «Palito» Baldi; hasta compartir el escenario con Mercedes Sosa donde entonó «Huellita del pobre», su repertorio tiene una temática donde lo social lo atraviesa a partir de la conexión con nuestras raíces.
Entrevistado por La Posta, el maestro, cantautor e intérprete, explicó que forma parte de «Proyecto Sueños» y «La Canción Necesaria» que trabajan en Cuba y Venezuela. Por ese intermedio ha sido invitado a un festival en El Maizal, Venezuela y a una gira por Guatemala, Nicaragua y El Salvador. Ambas presentaciones aún no han sido confirmadas por Ferrer, pero aseguró que sí habrá presentaciones en nuestra ciudad próximamente.
-Tenés muy buena química con tu público. Los últimos shows tuyos estuvieron llenos. ¿A qué crees que se debe?
-Yo no miro eso, la cuestión de cantidad, jamás. Porque hemos tocado para 15 personas, para 20, para 100 y hemos tocado para 100 mil, en México por ejemplo. La química no es por uno (se ríe). Yo creo que eso halaga mucho, sobre todo cuando tocamos acá en Chacabuco o donde nos conocen, que el público esté. Nos halaga mucho más allá del gusto o de la calidad, tanto nuestro como del público, las dos partes sabemos que hay una sinceridad, que hay mucha honestidad en el trabajo y que hay una línea que no se traicionó jamás. Eso es muy bueno después de tantos años que uno anduvo cantando, mantener una línea en estos momentos donde es tan fácil pasar de un lado para el otro. Que por ahí es lo único que nos permite por las noches estar un poco más relajados.
-Hablando de esta línea que se puede cruzar, como lo ves vos, ¿qué situación atraviesan los artistas musicales? Primero en general, y luego en particular acá en nuestra ciudad
-Nuestro país tiene así como tan largo es su territorio tiene una variante, voy a hablar de música y de poesía, que es donde yo más me muevo. Es impresionante el nivel y el elevado nivel artístico y de preparación que tienen nuestros artistas. El público está siempre ávido por escuchar propuestas nuevas y por escuchar viejas propuestas, porque hay público para todo. Pero en el medio, entre el artista y el público, lamentablemente hay empresarios, hay organizadores, hay funcionarios y que no están ni en un lado ni del otro. Pero son los dueños de la pelota y si ellos no la ponen en el campito, el partido no se juega. Lamentablemente, en las gestiones independientes como en mi caso, es muy difícil sobre todo por, así como tan largo y tan bello nuestro país, son tan elevados los costos de ir por ejemplo a Jujuy o La Quiaca o ir al sur o ir a Cuyo. Nos cuesta mucho dinero y no hay políticas culturales desde el Estado, no en este momento, que permitan eso.
-¿Te considerás un artista que ha estado vinculado con la política? ¿O que tu música tenga mensajes políticos?
-Bueno, es muy sabida mi posición ideológica. Siempre yo estuve a favor de las luchas populares, a favor de las luchas por los derechos humanos, en contra de los presos políticos. Entonces sí, uno ha cantado en algunos lugares, actos por derechos humanos, actos por desaparecidos, siempre, desde el año 86 hasta la fecha vengo cantando y con mucho honor y mucho orgullo a la memoria de Haroldo Conti. Entonces sí, si es desde ese lado sí, pero también uno le canta al hombre y al paisaje. Los que tuvimos la suerte de andar mucho y de viajar mucho, vemos que los paisajes cambian pero hay algo dentro de cada uno de nosotros que está perfectamente hermanado. Ya sea un hombre de la llanura, de la puna o del mar, hay una identidad y la identidad a la que nosotros aspiramos, que va incluso más allá de una identidad nacional porque estoy hablando de humanidad, una postura totalmente humana ante la vida. Por ahí este canto es más militante, si lo vemos de ese punto de vista. Pero en definitiva no puedo arrogarme un título porque me parece grande. Yo soy un cantor no más.
-¿Qué mirada tenés sobre lo que pasa en nuestra sociedad, sobre la discusión política que se está dando? y ¿sobre el actual gobierno?
-Que haya una discusión me parece maravilloso, porque eso permite saber inclusive de qué lado esta uno. Eso está muy bueno, esa discusión y debate, ya sea por un montón de cosas no solo por lo cultural. Por el aborto, por la separación de la iglesia del Estado, por un montón de cosas. Desde ese punto de vista, si podemos discutir esta bárbaro.
La opinión que tengo es de una gran tristeza por cómo en este momento nos están destruyendo como sociedad lo que nos ha costado muchos años. No puedo creer que hayamos llegado a este extremo de arrogancia, de prepotencia por parte de nuestras autoridades, de militarización. Donde ni siquiera un joven puede ir tranquilo a manifestarse a una plaza porque a la salida le pegan, donde todavía estamos preguntando donde están los del submarino o qué pasó realmente con Santiago Maldonado, donde permanentemente se está humillando desde el gobierno la lucha de los docentes, donde hay presos políticos como Milagros Sala, donde la prensa juzga primero que los tribunales y donde un grupo de empresarios muy vivitos se viven llenando los bolsillos a costilla del pueblo, donde un jubilado no tiene remedios, donde los niños no tienen vacunas. ¿Una sociedad que descuida a los ancianos y a los niños? No puedo tomarlos en serio, porque ya no es una cuestión ideológica sino una cuestión de moral. Entonces, tengo una pésima y triste percepción de este gobierno.
-¿Creés que el arte musical tiene respuestas para dar a estos problemas?
-El arte, ni la música, ni la danza, por sí mismos pueden cambiar esta sociedad. Pero esta sociedad no va a cambiar sin el arte, sin la danza y sin la música. Es decir que son totalmente hermanos.