El Gobierno bonaerense y la dirección del Hospital Posadas, ubicado en el partido de Morón, despidieron esta semana a 120 trabajadores de ese centro de salud que poseían contratos precarios hace años.

Como entre los despedidos hay empleados sindicalistas, denunciaron que la medida tiene intenciones no sólo de ajuste económico sino de persecución gremial.

La Dirección Ejecutiva del hospital, a cargo del médico Pablo Bertoldi Hepburn, no informó de manera individual sino que publicó una resolución con los nombres de los que sí renovarían su contrato. Los que no estuviesen allí, debían darse por despedidos. Un método cruel, a estas alturas, el modus operandi del Estado para echar personal.

Hoy me enteré por una resolución de mi supuesta cesantía, de la que nadie se termina de hacer cargo ya que nos informaron que no estamos contemplados dentro de los listados de los contratos que se renuevan, ergo, estamos despedidos”, afirmó Luis Sucher, un empleado despedido con 19 años de antigüedad, quien fue delegado durante ocho años y forma parte de la organización La Marrón PTS-FIT.

Ante la noticia, los trabajadores se concentraron esta mañana en el hall del edificio y realizaron una asamblea para delinear los pasos a seguir en la lucha por su reincorporación. Ante la movilización, la dirección del centro de salud amaneció colmada de policías.