La semana pasada en la provincia de Buenos Aires se extendió por varias localidades un fenómeno en cadena, la rotura de silobolsas donde los productores rurales guardan soja en sus campos.

En nuestra ciudad hubo dos hechos denunciados por parte de productores rurales y debido a la preocupación que se generó desde las diversas asociaciones rurales de la zona se realizó en nuestra localidad una asamblea de productores, convocada por la Sociedad Rural de Chacabuco y que contó con la visita del ministro de Agricultura de la Nación, Luis Miguel Etchevehere.

Etchevehere mantuvo una reunión con el intendente, pero solo dialogó con la prensa en el predio de la Sociedad Rural, muy similar a la actitud por ejemplo, del presidente Macri y de la gobernadora Vidal, dialogar con la prensa en lugares muy alejados del centro de la ciudad.

Entre quienes lo acompañaron en el diálogo con la prensa estuvieron presentes desde el senador Esteban Bullrich, hasta la inexplicable presencia del fiscal Daniel Nicolai. Aiola no acompañó a los productores ni a las autoridades.

Allí el minsitro dijo que «El productor debe estar tranquilo y el delincuente preocupado», y no descartaron que haya relación con la inscripción que realizaron en uno de los silobolsas rotos en Chacabuco donde se leía «Uatre».

Etchevehere describió la situación y dijo que hay que castigar a los culpables, por lo que pidió trabajar sobre el esclarecimeinto de los hechos: «sepan que no la van a sacar gratis».

Posteriormente pidieron al periodismo que se retire del lugar para tener una conversación donde uno de los que tomó la palabra fue uno de los productores perjudicados, Ricardo Kling.

El ministro Etchevehere que visitó Chacabuco, es uno de los que más denuncias acumula en su contra. Además de ser un gran propietario y productor (por lo que está «de los dos lados del escritorio») el minsitro ha sido denunciado en reiteradas oportunidades.

Uno por la venta de terrenos a la Sociedad Rural Argentina, de la que fue presidente, pero también en otro sinfiín de causas, que en general lo acusan de beneficiar a los gigantes productores argentinos y a las exportadoras con información confidencial y decisiones a la medida de sus intereses.

La última de ellas es el escándalo que supuso las múltiples denuncias que su propia hermana le impuso, como puede verse en este artículo de Perfil.com.

La gestión del actual minsitro colaboró en concentrar más los intereses de los grandes agentes de la economía agroproductiva, y por ejemplo, recortó los fondos que recibían los programas de agricultura autosustentable y diversificada de pequeños pueblos y comunidades originarias.

Otra de las características es lo sucedido en el INTA, donde además de despidos el organismo sufre la escacez de fondos para destinar a la investigación.